Santa Ana, California. El ex intérprete del astro de los Dodgers de Los Ángeles Shohei Ohtani se declaró culpable de fraude fiscal y bancario, y reconoció que le robó casi 17 millones de dólares al pelotero japonés para pagar sus deudas por apuestas deportivas.
Los delitos de Ippei Mizuhara conmocionaron al mundo del beisbol y destrozaron su imagen como la mano derecha de Ohtani en los estadios en todo Estados Unidos. Aceptó su culpabilidad al comparecer ante un tribunal federal en Santa Ana, California.
El ex intérprete abusó de su relación personal y profesional con Ohtani para extraer millones de las cuentas del pelotero durante años. Incluso, llegó a suplantar a Ohtani ante los banqueros, según los fiscales.
Mizuhara firmó un acuerdo el 5 de mayo para aceptar su culpabilidad en el que se detallaron las denuncias, y que fue anunciado por los fiscales varios días después. Su abogado declinó formular declaraciones a la salida del tribunal.
Mizuhara habló brevemente al admitir su culpa. “Trabajé para la víctima A y tuve acceso a su cuenta bancaria y había caído en una enorme deuda por apuestas. Procedí y transferí dinero con su cuenta bancaria” mencionó.
No existe evidencia de que Ohtani estuvo involucrado o sabía de las apuestas de Mizuhara, y el pelotero colaboró con la investigación, según las autoridades.
Tras la audiencia, el fiscal federal Martín Estrada dijo que el astro japonés fue una víctima particularmente vulnerable.
“El señor Ohtani es un inmigrante que vino a este país, no entendía cómo son las cosas aquí y por lo tanto fue una presa fácil para alguien que estaba más familiarizado con nuestros sistemas financieros”, indicó Estrada, quien mencionó que su despacho ha establecido una Fuerza Conjunta para Víctimas Vulnerables que investigará fraude contra adultos mayores y grupos de inmigrantes. Mizuhara afronta diversas consecuencias, incluyendo ser deportado a Japón, agregó Estrada.
Ohtani se expresó aliviado tras la audiencia y dio las gracias a su equipo, familia y la organización de los Dodgers, “quienes me dieron un apoyo infinito durante todo este proceso. Es hora de cerrar este capítulo, seguir adelante y continuar enfocado en jugar y ganar partidos”.
Las apuestas ganadoras de Mizuhara rebasaron los 142 millones de dólares, que depositó en su propia cuenta bancaria y no en la de Ohtani. Pero sus apuestas perdedoras rondaron los 183 millones de dólares. Tuvo una pérdida neta de 41 millones de dólares.