Ciudad de México. El Protocolo Trans, diseñado por el Instituto Nacional Electoral y agrupaciones civiles, y que se aplica desde las elecciones de 2018, ha contribuido a reducir la discriminación en contra de electores trans, consideraron activistas trans e indicaron que también el avance en el ejercicio de los derechos humanos ha influido de forma positiva. No obstante cuando la expresión de género es diferente a lo establecido en la credencial para votar, suelen surgir algunas dudas.

Valentina Thelema, defensora y promotora de derechos humanos en la agrupación IUS Cogens Foundation, señaló que al Protocolo para adoptar las medidas tendientes a garantizar a las personas trans el ejercicio del voto en igualdad de condiciones y sin discriminación le ha faltado difusión en medios de alta audiencia, “y eso nos lo debe el INE”, pues cuando se diseñó la herramienta, se comprometió a divulgarlo.

La activista trans, quien participó en la elaboración del Protocolo, sostuvo que no ha sufrido discriminación cuando ha sufragado, pero indicó que los problemas suelen ocurrir cuando las personas no tienen actualizados sus documentos acorde con su expresión de género, así como porque muchos funcionarios de casilla no son capacitados en el tema. “Me tocó ir a una casilla en 2018 en la que ni siquiera habían pegado los carteles”.

Casandra Manjarrez, defensora de derechos humanos de personas de la diversidad sexual e integrante de la Casa de las Muñecas Tiresias señaló a La Jornada que antes de que hiciera su cambio de identidad en sus documentos, en una ocasión funcionarios de casilla le comentaron: “en la lista aparece tu hermano, pero tu, no”. No obstante, tras explicar la situación votó sin problemas, pero no todas las personas transexuales, transgénero y travestis, tienen esa experiencia.

“Hubo compañeras que sí tuvieron problemas, y se animaron a participar en la creación del Protocolo Trans del INE. Vimos casos en las obligaban a desmaquillarse y quitarse los aretes para tomar la foto de la credencial; eso es antiderechos y una vejación”.

La comunicóloga dijo que en algunas ocasiones, por más que haya protocolo para ejercer el derecho al voto, los estereotipos y prejuicios prevalecen en funcionarios de casilla, los cuales siempre deben nombrar al votante por sus apellidos. Ello ayuda cuando la persona trans no ha actualizado sus documentos.

Hoy, acudió a votar en Nayarit, constató que en su casilla sí estaban visibles los avisos del Protocolo.
Sandra Montiel, trabajadora sexual trans, comentó que en su caso debido a que sus documentos no tienen el nombre que utiliza como mujer trans, a veces ha sido objeto de “miradas de extrañeza”, pero reconoce que “de ahí no ha pasado”, ya que no le han puesto trabas para sufragar.

“Aunque la mayoría de la gente no hace diferencias, no falta una que otra mirada de duda, porque ven tu apariencia en la foto de la credencial, te ven en persona y observan tu nombre, se tardan un poco más, pero no pasa de ahí. A demás, adónde me toca ir a votar conozco a mucha gente y nos saludamos, así que no me han agraviado”.

El Protocolo refiere tiene como finalidad establecer medidas concretas para garantizar que todas las personas ciudadanas trans que tengan credencial para votar vigente y estén inscritas en la Lista Nominal de Electores puedan emitir su voto.

Precisa que en ningún caso la falta de concordancia entre la expresión de género del o de la votante con la fotografía de la credencial para votar o bien con el nombre o el sexo (hombre o mujer) asentados en ella podrá ser causa para impedir el voto.

Este instrumento tiene como finalidad “eliminar las barreras normativas, actitudinales, procedimentales, materiales y comunicacionales que dificultan que las personas trans puedan acceder y concretar, de manera efectiva, su derecho al voto.

Asimismo para denunciar cualquier tipo de discriminación, malgenerización o violencia sufrida por cualquier persona trans al acudir a votar, se puede denunciar ante el INETEL al 8004332000.