Un día de mayo de 2004, en pleno Hollywood Boulevard cerca del Teatro Chino, se observó por primera vez un espectacular que advertía: No habrá mexicanos en California.
Pero también incluía con letras pequeñas la frase www.undiasinmexicanos, pero la gente comenzó a congregarse y preguntarse si se trataba de una amenaza de grupos racistas, como el ku klux klan o Minutemen. El publicista llamó a los que, con poco dinero, habían pagado por colocar otros cuatro más en toda la ciudad de Los Ángeles. Les comentó que había bronca
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El músico, cineasta, artista plástico y reconocido roquero fundador de Botellita de Jerez, Sergio Arau, y la actriz, activista y guionista Yareli Arizmendi eran los que habían pagado por ellos con la idea de promover su película Un día sin mexicanos, que con humor, aborda temas como el racismo, la discriminación y todo lo que implica ser un migrante en Estados Unidos, y que en su salida provocó una polémica.
La cinta, con guion de los mencionados, además de la pluma de Sergio Guerrero, fue filmada en mini dv, formato de cámara pequeño muy comercial y muy accesible. Pero también usó uno que sin ser conocedor del cine, se aprecia a simple vista en la pantalla grande: el dopamina k, es decir, uno que no existe pero que tiene la característica de exhibir la pasión y el amor por expresar algo que dolía y sigue en ese tenor.
O sea que, con poco presupuesto, esta pareja creativa y de amor intentó poner el dedo en la yaga, denunciar, luchar por una causa
, coincidieron Sergio y Yareli, que celebraron la noche del miércoles el 20 aniversario de la salida de este filme de culto
, como lo calificó el director de la Cineteca Nacional, Alejandro Pelayo, quien aseguró que tendrá una corrida en el recinto.
Además, Arau reveló que hay negociaciones con Sony Channel para hacerla una serie y profundizar en sus historias
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Yareli comentó que la cinta –que en un inicio se pensó fuera “un disco, un libro, una telenovela, pero terminó siendo un falso documental– se produjo para decir que había un problema
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Explica: “una de las ideas era forzar a que se hiciera una reforma migratoria y se le dieran papeles de legalidad a mucha gente… Ya pasaron 20 años y sigue sin haber una. Así que podemos seguir haciendo películas sobre el mismo tema”.
¿Por qué no puede haber una política de migración en Estados Unidos? Hay razones de fondo
, y tras su comentario, Arau explica su teoría: es que es el sistema. Lo que producen los mexicanos y latinoamericanos que están trabajando allá es impresionante. Sabemos que si fuera país, la de California sería la quinta economía mundial. Pero si dieran papeles tendrían que pagar a los paisanos, sueldo real, prestaciones, servicios médicos, educación, etcétera. Subiría el costo del trabajador y como Estados Unidos representa al capitalismo salvaje, nunca se va a solucionar el tema migratorio. Lo que se puede buscar es mejor trato. Pero nunca habrá papeles para todos. Eso no va a cambiar
.
Suena fuerte pero Yareli cree que muchos paisanos, lo único que desean es “un mejor trato, uno digno“.
Y por qué no, tener un programa para que puedan ir y venir. Si platicas con alguno de ellos, te dicen que no se quieren ir a Estados Unidos, que sólo quieren trabajar y regresar a su país. Pero si no tienen visa, no se pueden salir. Hay programas pero algunos que dictan que no se pueden salir del rango de unos kilómetros.
Hay que recordar que en la trama del largometraje, una misteriosa desaparición de improviso, de todos los mexicanos (para los blancos estadunidenses, todos los latinos son mexicanos), causa un caos en la ciudad.
Desaparecen, pero justo, sucede que los hizo visibles en la realidad. Su título y significado ha sido retomado en marchas pro migrantes, en foros de análisis en ambos países y lo esencialmente, se ha convertido en una estandarte para aquellos que buscan una vida mejor al cruzar la frontera.
Un día sin mexicanos contiene además, una banda sonora interesante mezcla de canciones gringas y mexicanas (tocadas al revés, lo gringo amexicanado y lo mexicano, agringado) creada con la música de Ritmo Peligroso, Molotov, Botellita de Jerez, Monterrey Music Machine y del propio Sergio Arau.