París. La agencia de calificación financiera Standard and Poor’s (S&P) Global Ratings rebajó este viernes por primera vez desde 2013 la nota de la deuda soberana de Francia, de “AA” la pasó a “AA-”, al citar el “deterioro de la situación presupuestaria” de la segunda economía europea.
Después de un notable desvío del déficit previsto en 2023, la firma estadunidense y una de las principales a nivel mundial pone en duda que el país pueda reconducir las finanzas públicas para el fin del mandato de Emmanuel Macron en 2027.
“La degradación refleja nuestra proyección de que, contrariamente a nuestras expectativas anteriores, la deuda pública francesa en relación al producto interno bruto (PIB) aumentará debido a déficits mayores de lo esperado en 2023-2027”, indicó la calificadora en un análisis de su decisión final.
Su déficit rebasa el límite permitido por la Comisión Europea
Francia anunció en marzo un déficit público en 2023 de 5.5 por ciento del PIB, en lugar de 4.9 por ciento esperado.
Una situación que lleva a la calificadora a cuestionar la capacidad del gobierno de reducir el déficit en 2027 a menos de 3 por ciento del PIB, el límite impuesto por la Comisión Europea.
S&P prevé incluso que el déficit llegará ese año a 3.5 por ciento e indica que “sin medidas adicionales” para reducirlo, “las reformas no serán suficientes para permitir al país alcanzar sus objetivos presupuestarios”.
El ministro francés de Economía, Bruno Le Maire, reiteró sin embargo que ese objetivo será alcanzado y explicó en una entrevista al diario Le Parisien que la degradación de la nota de solvencia se debió a los esfuerzos del gobierno desde la pandemia del covid-19, que permitieron “salvar la economía francesa”.
“Nuestra estrategia sigue siendo la misma: reindustrializar, alcanzar el pleno empleo y mantener nuestra trayectoria para tener un déficit inferior a tres por ciento en 2027”, declaró el ministro.
Francia tenía hasta ahora una calificación en S&P similar a la de Bélgica y Reino Unido, aunque su deuda y su déficit fueron el año pasado superiores a los de esos dos países.
Su deuda actual es de 109.9 por ciento del PIB
La agencia de calificación considera que la deuda pública, actualmente situada en 109.9 por ciento del PIB, no dejará de crecer hasta llegar a 112 por ciento en 2027.
Con la nueva nota, Francia se distancia todavía más de la triple A de Alemania, la mejor calificación posible, pero se mantiene todavía por encima de otras grandes economías europeas como España o Italia.
Una degradación de la nota de solvencia conlleva un riesgo de provocar un movimiento de desconfianza en los inversores, con un consiguiente aumento del servicio de la deuda (las sumas desembolsadas para pagar los intereses).
Sin embargo, el economista Sylvain Bersinger, de la firma Asterès, señaló que la degradación es sobre todo un golpe de imagen que “no debería tener consecuencias económicas significativas”.
La oposición lo aprovechó de todos modos para arremeter contra Macron. “La gestión catastrófica de las finanzas públicas de gobierno tan incompetentes como arrogantes ha puesto a nuestro país en dificultades muy graves”, criticó la dirigente de extrema derecha Marine Le Pen.
En las condiciones actuales, el gobierno de Macron prevé que las sumas que se destinen a pagar esos intereses se disparen en 2027 hasta 72 mil 300 millones de euros –frente a 36 mil 300 millones en 2022– debido principalmente al aumento de las tasas de referencia del Banco Central Europeo (BCE). Esa suma es superior a la del presupuesto de Educación en el país.
En 2012 S&P retiró la preciada calificación AAA
S&P retiró a Francia en 2012 su nota máxima, “AAA”, de la cual se beneficia actualmente un reducido número de países, entre ellos Alemania y Australia.
Las otras dos grandes agencias internacionales, Moody's y Fitch, mantuvieron en abril la nota de Francia en “Aa2” en el caso de la primera (un nivel similar al de S&P) y en “AA-”, equivalente a un peldaño por debajo.