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‘El Ja-já de Rius’ revela al Eduardo del Río de humor blanco, una cara poco conocida

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Ilustración incluida en el libro, que recopila obra de “una etapa desconocida de 'Rius', una a la que no se dio gran difusión porque incluye un humor al que la gente no estaba acostumbrada”.
31 de mayo de 2024 09:56

Esta semana llegó a las librerías El Ja-já de Rius (Grijalbo), volumen que incluye materiales realizados por Eduardo del Río (1937-2017), fundador del periodismo realizado con formato de cómic en México, analista de su realidad y sus tiempos. Esos trabajos no habían sido vistos desde la década de 1950, y de entonces a la fecha sólo fueron conocidos por gente cercana al autor de La panza es primero, afirmó el investigador de la historieta mexicana Luis Gantús, autor del tomo.

“Ahora se recopila en una nueva edición; a Rius jamás se le ocurrió hacer tal cosa, lo más cercano a esto fue su libro Primeras porquerías (1973), del cual tomamos algunos extractos en los que él habla de su vida, pero es una etapa desconocida de Rius, una a la que no se le dio gran difusión porque incluye humor blanco, un humor que la gente no estaba acostumbrada a ver en su obra, que lo conocía como divulgador de política, del vegetarianismo, de los recovecos oscuros de la religión; no por nada Carlos Monsiváis lo califica como una de las tres principales instituciones educativas en México, junto con la Secretaría de Educación Pública y Televisa”, sostuvo Gantús en entrevista.

“Esta faceta de Rius es muy desconocida para la mayoría de sus seguidores; además, ver el inicio de Rius es descubrir que desde entonces ya era Rius: hallarán los recortes que usaba en sus libros; la forma de narrar. Por ejemplo, hay una sección con canciones ilustradas presentando puro humor, hay otra de pasatiempos; siempre improvisaba.

“Además se incluye una parte interesantísima, que es una sección a color; si bien a Rius le gustaba la pintura e hizo muchos cuadros en sus últimos días, mostramos sus primeros acercamientos a realizar un trabajo gráfico a color hecho por él mismo.”

Según Gantús –autor de otros siete textos sobre cómic mexicano–, “descubrir a este Rius es hallar a uno que sólo las personas cercanas a él conocieron, a quien le gustaba reír, que lo mismo disfrutaba el humor blanco que el pícaro. Él se sentía más humorista que caricaturista, por eso el sustantivo monero que se le endilgó nunca le afectó. Eso es lo que plasma este libro y es la parte fundamental que queríamos transmitir”.

El también coordinador de la serie Tesoros de la historieta mexicana, de la cual se han publicado dos tomos dedicados a los personajes clásicos Kalimán (de Modesto Vázquez y Rafael Cutberto Navarro) y Tawa (superhéroe que corre aventuras en selvas mágicas, creado por Joaquín Cervantes Bassoco), expuso que El Ja-já de Rius “tiene su origen en que unos amigos de mi familia, Adolfo Guerrero y Yuyes Sierra, me dijeron: ‘tenemos unas revistas que eran de mi papá, y queremos que las revises’. Y eran puras revistas de chistes, Ja-já, Parisina, Carcajada. Me dijeron: ‘tú vas a saber qué hacer con ellas, nosotros no’.

“Yo estaba armando Sergio antes de Aragonés (2017, tomo que presenta los orígenes de dibujante de Sergio Aragonés, mexicano nacido en España famoso por su trabajo en la revista MAD), y ante todo me puse a buscar obras de Sergio en esos ejemplares. Pero Aragonés sólo participó en seis, aunque fueron sus primeras publicaciones. No obstante, también en ellos está lo primero que publica Rius. Entonces me encuentro a este Rius, veo una contraportada realizada a color por él, y digo: ‘ah, cabrón’. Y me di a la tarea de separar, seleccionar todo su material”.

Agregó que poco después, “hablando con Ariel Rosales –editor de Del Río por más de 40 años– de otros asuntos, le digo: ‘¿no te gustaría publicar un libro inédito de Rius?’, y me dice: ‘claro, pero ya se murió’. Y le digo: ‘yo tengo uno’. La obra se retrasó, porque Ariel se estaba jubilando, pero me organizó una reunión con Citlali (del Río Flores, hija del creador de Los Supermachos) y nos puso en sintonía.

“Empezamos a trabajar el proyecto, lo que se llevó todo 2023. Citlali hizo el diseño, lo armó; ella y yo hicimos la selección, porque no todos los chistes habrían cabido, quedaron algunos fuera porque se repetían o no eran tan graciosos. Rius se opuso siempre a hacer un libro sólo de chistes, pensaba que la gente lo leería en la librería, pero no lo iba a comprar. El temor de Citlali era que allá donde esté, a Rius no le habría gustado. Pero le expliqué mi intención no era presentar chistes, sino a un Rius que nadie conoce.

“Yo tengo Primeras porquerías, del cual sacamos extractos, incluyendo de dónde viene el nombre de Rius, qué quería decir, de dónde provenían sus ideas y algunas imágenes que faltaban. Primeras porquerías no se ha reimpreso, quizá porque el mismo Eduardo no consideraba que presentara sus mejores trabajos, pero a la luz del tiempo es un gran trabajo de humor.”

Gantús apuntó que “Citlali quiso involucrar a mujeres historietistas en El Ja-já de Rius; yo quería implicar a Sergio Aragonés, que fue su gran compañero, y a Augusto Mora, porque me contó la anécdota con su mamá que se presenta en el volumen, de cómo lo llevó a una firma de libros de Rius, y cuando estábamos haciendo este trabajo ella falleció, de tal manera que me pareció un buen momento para que hiciera un homenaje a su mamá, quien lo llevó a conocer a un dibujante renombrado, de los más prolíficos, para alentar a su niño a seguir su vocación”.

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