Washington. La economía estadunidense, la más grande a nivel mundial, creció en el primer trimestre a un ritmo más lento de lo previsto inicialmente, tras las revisiones a la baja del gasto de los consumidores, informó este jueves el Departamento de Comercio.
El producto interno bruto (PIB) –la medida más amplia de la actividad económica– creció a una tasa anual de 1.3 por ciento de enero a marzo, por debajo de la estimación previa de 1.6 por ciento y notablemente más lento que el ritmo de 3.4 por ciento de los tres últimos meses de 2023, así lo mostró la segunda revisión publicada este jueves por el departamento de Comercio.
“La actualización refleja principalmente una revisión a la baja de los gastos de consumo”, precisó el departamento de Comercio en su comunicado. Esta revisión está ligeramente por encima de lo esperado por los analistas, que anticipaban un crecimiento de 1.2 por ciento, según el consenso de Market Watch. La estimación final se publicará el 27 de junio.
Los detalles del informe mostraron que el crecimiento del gasto de los consumidores, revisado a la baja en 0.5 puntos porcentuales a una tasa anual de 2.0 por ciento, reflejaba sobre todo una caída del gasto de los hogares en bienes, mayor que la comunicada anteriormente.
El crecimiento del PIB de Estados Unidos decepcionó en el primer trimestre de 2024, al registrar su nivel más bajo en casi dos años, después de un 2023 que superó todas las expectativas y desmintió las predicciones de recesión. Incluso se había acelerado, hasta 2.5 por ciento, frente a 1.9 por ciento de 2022.
El consumo sigue siendo el motor del crecimiento en la mayor economía del mundo y representa más de dos tercios del PIB. Los hogares estadunidenses gastaron más dinero en atención médica, servicios financieros y seguros.
En 2020 y 2021, el PIB de Estados Unidos batió récords en una dirección y luego en la otra. Primero registró su mayor caída desde 1946, al registrar una contracción de 3.5 por ciento, debido a la pandemia de covid-19, con dos meses de recesión incluidos, y luego el crecimiento más fuerte desde 1984, con un repunte de 5.9 por ciento.
El índice de inflación del primer trimestre también se revisó a la baja, de 3.4 a 3.3 por ciento, lo que supone el mayor crecimiento trimestral de la presión sobre los precios en un año. Tras la moderación registrada durante gran parte del año pasado, la inflación se situó por encima de las previsiones a principios de 2024, lo que llevó a los responsables de la Reserva Federal (Fed, banco central) a retrasar las expectativas de recorte de las tasas de interés.