Nueva York. Más de siete millones de personas se desplazaron de forma interna en Sudán como consecuencia del conflicto, más de la mitad de ellos menores de edad, aseguró este miércoles la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

De acuerdo con esa organización, otros dos millones de personas abandonaron sus hogares a través de fronteras hacia países vecinos.

La Organización de Naciones Unidas permanece alerta desde hace semanas ante la expansión de las hostilidades hacia Darfur del Norte, donde permanecen decenas de miles de refugiados de la guerra.

Ante el riesgo inminente de hambruna, el organismo exigió a las partes en conflicto más acceso para llegar a los civiles atrapados.

La escalada en El Fasher, capital de Darfur del Norte, podría desencadenar una masacre en el último bastión de las Fuerzas Sudanesas que ahora permanece bajo asedio de sus rivales, las Fuerzas paramilitares de Apoyo Rápido (RSF).

El Fasher es la única zona que queda en Darfur no controlada en su totalidad por las RSF.

La ciudad alberga a cientos de miles de desplazados internos, incluidos supervivientes de los ataques anteriores de la RSF que buscaron refugio en el área.

Este miércoles, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) aseguró que transporta por Darfur cerca de mil 200 toneladas métricas de alimentos para unos 116 mil hombres, mujeres y niños.

El convoy viaja con destino a Darfur Central y 12 lugares en todo Darfur Meridional, incluidos los campamentos de desplazados en Nyala tras ingresar a Sudán desde Chad a través del cruce de Tine.

En otras partes de Sudán, se están distribuyendo alimentos para 135 mil personas en Kordofán del Sur, cerca de la frontera con Sudán del Sur.

El PMA insistió en la necesidad de proteger el paso de la ayuda hacia las comunidades vulnerables a las que está destinada.