Ciudad de México. En la recta final de la campaña por la presidencia y a menos de una semana de los comicios, algunos bancos de inversión internacionales adelantan a sus clientes un triunfo de la candidata por la coalición Sigamos Haciendo Historia. “Al momento de escribir este artículo, es difícil contemplar un resultado el próximo domingo que no implique que (Claudia) Sheinbaum gane por un margen cómodo”, resumió UBS en un reporte a inversionistas.
En un sentido similar, Julius Baer espera “que Sheinbaum se convierta en la próxima presidenta de México y que su coalición mantenga una mayoría simple en el Congreso”. Sin embargo, advierte que independientemente de quien llegue a la presidencia, “la consolidación fiscal será un desafío clave para la próxima administración, y si no se logra abordarla se podría poner en peligro la calificación de grado de inversión” del país.
La elección tiene como factor los niveles de aprobación del presidente Andrés Manuel López Obrador, acota BBVA. Este indicador se ha ido reduciendo desde los máximos de 80 por ciento a los que llegó en 2019, primer año de la actual administración. Hasta el cierre del año pasado era el más alto en los últimos cuatro sexenios, 65 por ciento comparable con el registro de Ernesto Zedillo.
BBVA expuso que “una alta aprobación presidencial no es una condición previa para ganar las elecciones, pero ciertamente ayuda”. Parte de la popularidad que aún mantiene López Obrador “está respaldada por la reducción de la pobreza permitida por la política de recuperación del salario mínimo” y el incremento de ingresos laborales, aunque la pobreza extrema ha aumentado de 7 a 7.1 por ciento, consigna el banco.
Volatilidad por votaciones en EU
Al margen de las elecciones internas, los bancos advierten que los comicios en Estados Unidos representan un mayor riesgo para los activos mexicanos, tal y como sucedió en 2016 cuando Donald Trump ganó, luego de una andanada de discursos en contra de migrantes, sobre todo mexicanos. “La combinación de ambos comicios (los de México y EU) impulsará los activos locales y agregará volatilidad a lo largo del 2T24 y 3T24”, prevé BBVA.
Julius Baer expone que “los estrechos vínculos comerciales con Estados Unidos podrían generar más volatilidad para los activos mexicanos en el período previo a las elecciones presidenciales estadunidenses en noviembre de 2024, particularmente si se implementan cambios en las políticas comerciales y de inmigración de Estados Unidos”; sin embargo, la relocalización de cadenas de suministro (nearshoring) puede atenuar este efecto.
Relevo de 33 puestos autónomos
Además de las presiones para reducir la brecha entre gastos e ingresos, las posibles reformas constitucionales y el futuro de la reforma energética –temas a los que prestarán atención los inversionistas–, la próxima administración tiene en sus manos enviar propuestas para al menos 33 puestos en otros poderes y organismos autónomos. Entre ellas, de cuatro integrantes de la junta de gobierno del Banco de México. La gobernadora Victoria Rodríguez Ceja concluye este cargo en 2028, Irene Espinosa en 2025, Jonathan Heath en 2027 y Galia Borja en 2029.
En la Suprema Corte de Justicia de la Nación, la persona que ocupe la presidencia tendrá que proponer a cuatro de 11 magistrados. Luis María Aguilar Morales concluye su contratación como funcionario público este 2024; Jorge Mario Pardo Rebolledo en 2026; Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena en 2027 y Alberto Pérez Dayán en 2027, recopila BBVA.
También en la Fiscalía General de la República, cuya titularidad ocupa Alejandro Gertz Manero, debe cambiar de fiscal en 2026; en el Instituto Federal de Telecomunicaciones se debe nombrar a los siete comisionados; en la Comisión Federal de Competencia Económica a cinco de siete integrantes del pleno; en la Comisión Reguladora de Energía a los cinco con que opera y en el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la información y Protección de Datos Personales a siete de siete.