Tel Aviv. Tanques israelíes han avanzado hacia el centro de Rafah por primera vez, mientras las fuerzas armadas bombardean la ciudad fronteriza, donde se refugian cientos de miles de personas.
En tanto, Gran Bretaña llamó a una investigación plena, “expedita y transparente”, sobre el ataque aéreo y el subsecuente incendio en los que perecieron al menos 45 personas en un campamento de tiendas de campaña en la ciudad, el domingo pasado.
El ataque en el barrio Tel al-Sultan, el cual la Media Luna Roja señala que está ubicado parcialmente en una zona definida como humanitaria, ha suscitado indignación internacional. Se dice que más de la mitad de los muertos fueron mujeres, niños y ancianos.
Funcionarios palestinos afirmaron este martes que por lo menos otras 21 personas murieron en fuego de tanques que impactó otro campamento de tiendas en Al-Mawasi, en el oeste de Rafah. El ejército israelí lo niega. “Al contrario de los reportes de horas recientes, las fuerzas de defensa israelíes no atacaron la zona humanitaria en Al-Mawasi”, sostuvo en un comunicado.
En un comunicado anterior, el ejército israelí afirmó que una investigación inicial de sus propias tropas en el ataque del domingo concluyó que el incendio cerca del campamento de tiendas fue causado por una explosión secundaria.
El contralmirante Daniel Hagari, vocero en jefe, señaló que aún no está claro qué causó la llama, pero que el ejército disparó dos municiones de 17 kilos dirigidas a dos militantes de alto rango de Hamas. Dijo que las municiones habrían sido muy pequeñas para causar un incendio por sí mismas y que los militares indagan la posibilidad de que hubiera armas almacenadas en esa zona. El fuego pudo haber encendido combustible, tanques de gas para cocinar u otros materiales en el campamento, densamente poblado, donde la gente se protege con poco menos que lonas y tela.
El secretario británico del exterior, David Cameron, describió las escenas del ataque como “profundamente deprimentes” y llamó al ejército israelí a realizar una pesquisa “expedita, integral y transparente”.
Un vocero de Downing Street advirtió que Gran Bretaña no apoyaría una operación militar importante en Rafah sin un plan para proteger a los cientos de miles de civiles que se refugian allí.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha dicho que el letal ataque del domingo fue un “trágico error”.
Entre tanto, tanques israelíes continuaron con su ofensiva en Rafah. Tanques y vehículos blindados con ametralladoras montadas fueron avistados cerca de la mezquita de Al-Awda, un punto importante del centro de Rafah, declararon testigos a Reuters.
Desde principios de este mes, Israel ha montado un feroz ataque por tierra en Rafah, que ha hecho huir casi a un millón de personas, la mayoría de las cuales han sido desplazadas varias veces.
Ahora buscan refugio en escuálidas tiendas de campaña, donde escasean el agua, la comida y los suministros médicos, en otra zona devastada por la guerra. En lugares como Khan Younis, situada más al norte y destruida en gran parte, se informa que los civiles sufren para encontrar agua.
Estados Unidos, Gran Bretaña y otros aliados de Israel han advertido contra una ofensiva abierta en la ciudad. El gobierno de Joe Biden señala que tal acción cruzaría “una línea roja” y que se negaría a proporcionar armas ofensivas para tal empresa.
La Corte Internacional de Justicia ha ordenado a Israel detener su ofensiva en Rafah y reiteró su demanda de liberación inmediata e incondicional de los rehenes retenidos en Gaza por Hamas. Israel ha continuado su operación, afirmando que la orden de la corte permite cierto margen de acción.
Israel lanzó su bombardeo más feroz de Gaza en represalia por el ataque de Hamas en el sur de su territorio el 7 de octubre, durante el cual mató a unas mil 200 personas y secuestró a más de 250.
De entonces a la fecha, funcionarios palestinos afirman que el bombardeo israelí ha dado muerte a más de 36 mil personas, en su mayoría mujeres y niños. El foco en meses recientes ha sido Rafah.
Funcionarios del ministerio palestino de salud dijeron a The Independent que la ciudad ha sido objeto de feroces ataques aéreos y fuego de tanques, y que nuevos impactos en el distrito Tel al-Sultan –donde ocurrió el ataque del domingo– mataron por lo menos a 16 palestinos.
Los militares israelíes señalaron que sus fuerzas continuaron operando en la zona de Rafah, sin comentar sobre los avances reportados hacia el centro de la ciudad.
También hay preocupación por el sistema de salud. La mayoría de los hospitales en Gaza ya no funcionan. Médicos del Hospital Kuwaití en Rafah dijeron a The Independent que cerró el lunes, después de que un impacto cerca de su entrada mató a dos trabajadores de salud.
Funcionarios del ministerio palestino de salud en Gaza indicaron que dos instalaciones médicas en Tel al-Sultan no dan servicio a causa de los intensos bombardeos cercanos.
Un vocero de la Organización Mundial de la Salud señaló que las bajas por el ataque y el incendio del domingo “saturaron absolutamente” los hospitales de campo en la zona, que ya están escasos de suministros para atender quemaduras severas.
Moamen, de 27 años, desplazado del norte de Gaza, quien estaba en el campamento que fue atacado el domingo, señaló que a la mayoría de las personas en la zona les dijeron que se encontraba en la zona humanitaria y no tenían dinero para irse a algún otro lado.
“Escuché tres misiles y una enorme explosión que sacudió el lugar. Parece que los cohetes que se usaron eran incendiarios, porque se quemó la zona”, señaló.
“Fue una escena aterradora. Vi partes desmembradas y cuerpos achicharrados, con gran destrucción en las tiendas de desplazados en una vasta zona”, añadió.
Este martes, España, Irlanda y Noruega reconocieron oficialmente a un Estado palestino, lo cual profundiza el aislamiento internacional de Israel con respecto a esta guerra. Los tres países han manifestado esperanzas de que su decisión acelere los esfuerzos hacia la consecución de un cese del fuego.
© The Independent
Traducción: Jorge Anaya