Ciudad de México. Henry Martín, capitán del América, se detiene un momento a pensar en el camino que los llevó al bicampeonato. No todo lo que vivió su equipo genera un recuerdo feliz, como aquella eliminación en semifinales ante Pachuca en la Concacaf Copa de Campeones. Pero pronto llega a la conclusión de que su carácter está hecho del mismo tamaño que un gran fracaso.
“Sufrimos mucho. No conseguimos la Concachampions, que también queríamos, pero este club se levanta de todo”, afirma con la medalla dorada colgada del cuello y aún sin poder asimilar lo conseguido en menos de un año.
Las Águilas entraron al selecto grupo de monarcas con doble corona consecutiva, en el que también están Pumas, León y Atlas. Para el chileno Igor Lichnovsky, esto sólo significa que sus compañeros han cumplido con la exigencia que demanda su escudo. “Esto es el América. Sabemos que siempre se hablan cosas alrededor, pero disfrutamos mucho de nuestra responsabilidad”, menciona.
Detrás de ellos, el hombre que salta colgado del alambrado de cara a la cabecera local es el técnico brasileño André Jardine, quien pone en el mismo nivel de relevancia este bicampeonato con la medalla olímpica que consiguió al frente de su selección en Tokio 2020.
“Entrar en la historia de este club es algo grandioso”, reconoce. “Yo pongo este bicampeonato a la altura de la medalla de oro, porque, cuando consigues algo con tantos merecimientos, no queda más que disfrutarlo”.