Ciudad de México. El pintor e historiador inglés John Golding (1929-2012) no era surrealista ni cubista; sin embargo, criado en la Ciudad de México, de adolescente se movió entre artistas ligados con el surrealismo, como Leonora Carrington, Remedios Varo y Alice Rahon. Al mismo tiempo, es recordado por haber escrito un texto seminal
sobre el cubismo.
Golding empezó su carrera artística en México y tuvo su primera exposición individual en 1958, en la galería Diana, ubicada en Paseo de la Reforma 489. Tres años después exhibió sus óleos en la galería de Antonio Souza, situada en los altos de Génova 61, Zona Rosa. En 1961, también participó en la muestra colectiva Pintura mexicana contemporánea de la Galería de Antonio Souza, en el Instituto de Arte Contemporáneo, en Lima, Perú. A partir de entonces, no volvió a exponer aquí hasta ahora.
El Museo de Arte Moderno (MAM) organizó una retrospectiva, que se inaugurará mañana, de gran escala
, de acuerdo con el John Golding Artistic Trust, que maneja el legado del artista y colabora en la iniciativa.
La exposición John Golding: De México a Londres es considerada la primera retrospectiva mayor
de su obra. En ella se dará a conocer la historia de su camino hacia la abstracción, a la vez que reunirá una amplia gama de sus obras definitorias, así como algunos de sus ejercicios experimentales, de menor tamaño, a fin de revelar su acercamiento único a la abstracción y respaldar su convicción de que la verdadera experiencia estética resulta de una intensa observación.
La muestra es curada por Dawn Ades, experta en surrealismo y arte latinoamericano, quien explora el desarrollo de la obra de su compatriota –ambos miembros de la Academia Británica–, misma que coloca en el contexto del arte moderno en México. Es decir, la obra de Golding se mostrará junto con un número de artistas cuya obra forma parte del acervo del MAM, e inspiraron su desarrollo. Ades es profesora emérita de historia y teoría de arte de la Universidad de Essex.
Llama la atención que en el sitio web de la fundación se haga referencia a Golding como artista anglo-mexicano
. Resulta que su madre provenía de la primera familia británica en México, que llegó a principios del siglo XIX, antes de la independencia de España. Aunque John nació en Hastings, East Sussex, sus padres lo trajeron a México a temprana edad.
En tiempos de la Segunda Guerra Mundial conoció a Carrington, a Luis Buñuel, a Octavio Paz y a otros surrealistas inmigrantes, como Benjamin Péret y Wolfgang Paalen, parte del círculo ecléctico
de la pintora. También, al artista mexicano Gunther Gerzso.
Golding reconoció posteriormente su deuda
con el grupo surrealista, cuyos integrantes le atrajeron mucho, además de que estaban muy interesados en platicar con alguien nuevo
.
Sin embargo, fueron los muralistas mexicanos Diego Rivera, Juan O’Gorman y, en específico, José Clemente Orozco, quienes realmente llamaron su atención. Le causaron gran impresión las figuras audazmente esquemáticas de Orozco, que apuntaban hacia la gran simplicidad de los maestros italianos tempranos del círculo de Giotto. Fueron éstas las que Golding recordó después de la guerra, cuando empezó a pintar, y que citaría como su fuente más grande de inspiración durante el resto de su vida.
Para Ades, Golding fue una combinación de historiador de arte excepcional y un exitoso pintor en activo
, aunque es mejor conocido como el primero, debido a que mientras estudiaba bellas artes en la Universidad de Toronto, viajó con frecuencia a Nueva York, donde descubrió la obra de jóvenes artistas que se darían a conocer como los expresionistas abstractos
.
En 1951, regresó a Inglaterra e ingresó como estudiante de posgrado al Instituto de Arte Courtauld. Dos años después, vio una exposición de cubismo en el Museo de Arte Moderno en París y, como dijo Ades, de inmediato se dio cuenta de que para entender el desarrollo del arte moderno, había que reconciliarse con esta corriente
. Decidió, pues, escribir su tesis doctoral sobre los años formativos del movimiento. Cubismo: Una historia y un análisis, 1907-1914, publicado ya como libro en 1959, se convirtió en un texto fundamental, que recibió la aprobación de Picasso y Braque.
Después de completar su tesis doctoral, Golding pasó tiempo en Italia y luego en México, donde empezó a llamar la atención como pintor joven, al exhibir con artistas como Carrington, Rufino Tamayo, Gerzso y Francisco Toledo.
Cocuró con Elizabeth Cowling dos exhibiciones revolucionarias
en la galería Tate: Picasso: Escultor/pintor, en 1994, y Matisse/Picasso, en 2002-2003, que viajó al Gran Palais, en París, y al Museo de Arte Moderno, en Nueva York.
En el prefacio de otro libro, Paths to The Absolute (2000), Golding dejó pistas de su práctica como pintor en el sentido de que el arte abstracto no era simplemente decorativo, sino que estaba fuertemente cargado de significado y contenido
.
En otro momento declaró no interesarse en el arte como descubrimiento propio o terapia. Quería, en cambio, ser un profesional de tiempo completo, comprometido con llevar la pintura hacia la exploración del color y la luz.
¿Es, acaso, John Golding otro integrante del movimiento de la Ruptura?
La exposición John Golding: De México a Londres será inaugurada mañana y permanecerá hasta julio en el MAM. Acompaña la muestra una nueva publicación en torno al artista, organizada por la galería inglesa Messums.