San Luis Potosí, SLP. El investigador de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), Fernando Díaz Barriga Martínez, advirtió que el agua que consume la población de San Luis Potosí está contaminada con flúor y tiene un impacto severo en la salud de quienes la beben, dijo que “lo peor es que el líquido contiene microplásticos que entran a los tejidos y causan inflamación, afectan al cerebro, bajan el coeficiente intelectual”.

“La mayoría de la población tiene bajos niveles de coeficiente intelectual (lo que provoca que), a más niveles de contaminación disminuye la inteligencia y aumenta el deterioro cognitivo… nos lavamos los dientes con un neurotóxico y este es un grave problema que combinado con arsénico es peor”, señaló en una conferencia denominada “Agua para todos… pero limpia de todo”, que ofreció en el Tercer Foro Estatal El Agua organizado por la UASLP.

Alertó que “sobre los plásticos que tienen colores, son vectores, fijan microorganismos y contaminantes que matan por su tamaño. Pero el problema es peor, porque hay 10 mil 500 aditivos del plástico, de los que mil 254 son altamente tóxicos. Nos preguntamos ¿por qué ahora hay cáncer en jóvenes? porque llevan 35 años de exposición a químicos”.

Asimismo, señaló que los cuatro jinetes del apocalipsis en el tema del agua son: la agricultura, las pérdidas, la industria y el sobreconsumo. Ejemplificó que en San Luis Potosí el 10 por ciento del agua está acaparada por los industriales que regresan aguas residuales y que del 35 al 45 por ciento del líquido se pierde en fugas y el drenaje.

Barriga Martínez advirtió que la situación va a empeorar por la sequía, el estiaje y sus efectos hídricos, pues la entidad enfrenta ya temperaturas extremas.

Manifestó que el derecho humano al agua conlleva una clara obligación de los estados de dar prioridad a los usos personales y domésticos, no para la cervecera o la empresa refresquera.

El científico calificó como grave que parte de la solución del gobierno al problema del agua sea abrir más pozos en la capital del estado sin conocer la calidad de la misma. “En San Luis Potosí están abriendo pozos, no los monitorean y no sabemos qué estamos tomando”, enfatizó.

Recordó que el agua en el estado está contaminada no sólo por flúor y arsénico, pues recientemente se han encontrado nitratos, mercurio, coliformes, grasas y aceites, contaminantes de la superficie que migraron y ya llegaron al acuífero.

“En el Altiplano hay evidencias de contaminación por arsénico y flúor, en la zona de la huasteca la contaminan la caña, bichos, descargas municipales, el petróleo en Ébano, el manganeso está presente en el río Claro que viene del estado de Hidalgo, mientras que el río Moctezuma trae lo que nace de las aguas residuales de la Ciudad de México”, detalló.

Por último, consideró que ante lo trascendental del problema, le gente tiene que estar informada y que si se quiere construir una cultura y un civismo del agua, esta información tiene que llegar a los jóvenes.

Apuntó que abrir más pozos, construir otras presas y traer industrias, como lo ha propuesto la clase política, no son soluciones para la gravedad del conflicto que enfrenta el estado en el tema del liquido.