Helsinki. Google, propiedad de Alphabet, invertirá otros 1.000 millones de euros (1.100 millones de dólares) en la ampliación de su campus de centros de datos en Finlandia para impulsar el crecimiento de su negocio de inteligencia artificial (IA) en Europa, anunció el lunes la compañía en un comunicado.
En los últimos años, muchos centros de datos se han ubicado en los países nórdicos debido al clima más fresco de la región, las exenciones fiscales y la abundante disponibilidad de energía renovable.
Los vecinos nórdicos de Finlandia, Suecia y Noruega, se han mostrado últimamente cada vez más críticos con la idea de albergarlos, y algunos expertos del sector sostienen que los países nórdicos deberían utilizar su energía renovable para productos como el acero ecológico, que podría dejar una mayor plusvalía en los países.
Pero la capacidad eólica de Finlandia ha aumentado tan rápidamente en los últimos años, un 75% hasta alcanzar los 5.677 megavatios sólo en 2022, que en los días de viento los precios se han desplomado hasta ser negativos, según muestran las estadísticas del sector.
Por tanto, sigue habiendo capacidad renovable disponible para centros de datos como el de Google, que adquiere energía eólica en Finlandia con contratos a largo plazo.
Los analistas creen que el consumo de energía de los centros de datos va a aumentar masivamente debido al rápido crecimiento del uso de la IA, que Google también citó como una de las razones de su decisión de inversión, junto con su centro de datos de Hamina, en Finlandia, que ya funciona con un 97% de energía libre de carbono.
"El calor que sale de nuestro centro de datos finlandés se redirigirá a la red de calefacción urbana de la cercana Hamina, que cubre los hogares, escuelas y edificios de servicios públicos locales", dijo Google en el comunicado. Añadió que su objetivo es lograr cero emisiones netas en todas sus operaciones y cadena de valor para 2030.
Además de su inversión finlandesa, el gigante de las búsquedas y la nube anunció el mes pasado que construiría nuevos centros de datos en los Países Bajos y Bélgica.