Hace más de cien años, en 1917, el semanario El Cosmopolita, publicación mexicana que se editaba en Kansas City, propuso una “votación de ensayo” para la primera elección posrevolucionaria. En México, el ganador fue Venustiano Carranza, que sacó el carro completo (97.18 por ciento), José Pablo González Garza sacó 1.41 por ciento, Nicolás Zúñiga 0.92 y el general Álvaro Obregón quedó último lugar con 0.49 por ciento.
Por su parte, el historiador sinaloense Arturo Santamaría Gómez informa que en Texas había un fuerte activismo político de comités, que apoyaban en la elección de 1929 a José Vasconcelos, que sacó sólo 5.33 por ciento y, como ya se había hecho costumbre, Pascual Ortiz Rubio se llevó el carro completo con 93.55 por ciento. Pero no se sabe si hubo ensayos o simulacros electorales.
Lo que sí sabemos es que, en Chicago, en 2000, la comunidad residente hizo una “elección simbólica”, como una forma de reclamar la pertinencia y el derecho que tenían los mexicanos de votar en el exterior. En esa elección, en México, ganó Vicente Fox del Partido Acción N acional con 41.52 por ciento; Francisco Labastida del PRI obtuvo 36.11 por ciento de los votos y Cuauhtémoc Cárdenas sólo 6.9 por ciento. Y en Chicago también ganó el PAN, según certifica Raúl Ross Pineda.
Y después de esa elección de ensayo de 1917, pasaron casi 89 años, para que finalmente, en julio de 2006 se hiciera realidad la primera votación de los mexicanos en el exterior y que ahora, el 2 de junio, puedan votar otra vez.
Hace poco los estudiantes de nivel superior hicieron un simulacro electoral universitario en el que participaron 255 mil alumnos. El resultado fue muy similar para Claudia Sheinbaum de Morena con 63.5 por ciento. La sorpresa fue Jorge Álvarez Máynez, de Movimiento Ciudadano, con 23.1 y la candidata del PRIANPRD sólo recibió 8.5 por ciento. Un resultado importante, como ejercicio, pero obviamente sesgado.
No obstante, falta un último ejercicio, la tercera Votación simbólica para extranjeros en México que se realizará por internet en el portal de www.migrantologos. mx, que organiza la doctora Leticia Calderón y otros voluntarios. Sí, ha escuchado bien, en muchos países los extranjeros tienen derecho a votar, generalmente a nivel municipal, comunal o departamental, pero también para presidente. Y los naturalizados tienen derecho a ser votados, como en Francia, donde Anne Hidalgo, alcaldesa de París (nacida en Cádiz, España, en 1959) fue candidata a la presidencia en las pasadas elecciones.
¿Cuántos años o décadas van a pasar para que se respeten los derechos plenos de los mexicanos doble nacionales y naturalizados? ¿Cuándo podrán votar los extranjeros en México, como se hace en Chile, Perú, Francia, España y muchos otros países?
Para que esto último suceda, se requiere de una sola cosa, derogar el Artículo 33, que debe ser definido como xenofóbico, despótico y pernicioso, y que, por elemental congruencia con el artículo primero de la Constitución, debe ser derogado.