Miles de militantes del Partido Popular de Taiwán (TPP, por sus siglas en inglés) se manifestaron este domingo en Taipéi, un día antes a la toma de posesión del presidente electo, Lai Ching-te, pese al rechazo de China, para protestar por los otros cuatro años más de gobierno del Partido Democrático Progresista (DPP, por sus siglas en inglés), informaron la prensa local y las agencias de noticias internacionales.

Frente a la sede del DPP, los manifestantes convocados por el TPP, vestidos de color blanco característico del partido, alzaron los brazos mientras sostenían miles de guayabas, cuyo nombre en chino se utiliza además para designar un cheque sin fondos, que simboliza las “promesas vacías” hechas por la formación de Lai a la población durante su gestión, reportó el portal Focus Taiwan.

Simultáneamente, otros activistas, incluido el grupo independentista República de Taiwán, celebraron una contraprotesta en el cercano parque Creativo Huashan.

Los organizadores informaron de una multitud de más de 8 mil personas en el evento y 80 mil en línea, pero otras estimaciones sitúan la participación en alrededor de 5 mil, reportó el portal UDN. Más de 200 agentes de policía de Taipei resguardaron a la multitud, pero no se registraron incidentes violentos.

Al dirigirse a la manifestación, el presidente del TPP, Ko Wen-je, criticó que el DPP no había logrado implementar importantes reformas constitucionales, legislativas y de medios, a pesar de ocupar la presidencia y una mayoría en la Legislatura desde 2016, detalló Focus Taiwan.

Durante los últimos tres meses, el DPP no buscó conversaciones sobre las propuestas de reforma legislativa del TPP, y en cambio atacó y exigió que lo apoyara en su propio plan de reforma, reclamó.

Las propuestas presentadas por el TPP y el Kuomintang, que provocaron un día de enfrentamientos en la legislatura cuando los partidos intentaron impulsarlas el viernes pasado, requerirían que el presidente pronunciara un discurso anual y respondiera preguntas de los legisladores. También ampliarían los poderes de investigación de la legislatura y le permitirían multar o declarar por “desacato” a personas o entidades que no cumplan con una investigación.

Ko advirtió que “si resurge un estado autoritario de partido único [en Taiwán], la revolución sería un deber”. El TPP salió a las calles porque no queremos que eso suceda, señaló, y añadió que esperaba que el DPP redescubriera su “humildad”.

“Mucha gente joven votó en 2016” por el candidato del oficialismo, “pero tras ocho años (gestionados por la saliente Tsai Ing-wen), cuando vemos lo que realmente se ha hecho, sentimos que no ha habido mucho cambio”, dijo el ingeniero Samuel Chuang, de 35 años, a la agencia Afp.

Lai habló ayer con los líderes de algunos de los pocos aliados diplomáticos que quedan en Taiwán, un día antes de asumir. “Trabajaremos con todas las partes para construir una nación de prosperidad y mantener el status quo a través del estrecho”, comentó, citado por la agencia Reuters.

Pekín considera a Taipéi como su territorio bajo el principio de “una sola China”, a pesar de las fuertes objeciones del gobierno de la isla, y nunca ha renunciado al uso de la fuerza para poner la isla bajo su control.

Sólo 12 países mantienen ahora relaciones diplomáticas formales con Taiwán, en su mayoría naciones en desarrollo, como Eswatini, Palau, Santa Lucía y Paraguay, cuyo presidente, Santiago Peña, fue recibido con un abrazo por Lei.