Teherán. Irán emprendió labores de búsqueda este domingo en el noreste del país para encontrar un helicóptero en el que viajaba el presidente Ebrahim Raisi, que sufrió un "accidente", anunciaron altos cargos y medios oficiales.
Las vidas del presidente Raisi y del ministro de Exteriores, Hossein Amir-Abdollahian, se encuentran en riesgo tras el accidente. "Seguimos esperanzados, pero la información que llega desde el lugar del accidente es muy preocupante", señaló a Reuters un funcionario iraní.
"Ha ocurrido un accidente con el helicóptero que transportaba al presidente" en la región de Jofa, en la provincia occidental de Azerbaiyán oriental, indicó la televisión estatal.
Sin embargo, las "condiciones meteorológicas desfavorables" dificultaban estas labores, indicó el ministro del Interior, Ahmed Vahidi, a la televisión estatal.
"Llegar a la zona del helicóptero puede tomar tiempo", añadió. El lugar en cuestión se ubica en el bosque de Dizmar, cerca de la ciudad de Varzaghan.
La televisión estatal difundió imágenes de varios miembros de la Media Luna Roja iraní caminando entre una espesa neblina.
También emitió imágenes de fieles orando por la salud del presidente en varias mezquitas, incluyendo la de la ciudad santa de Mashhad, en el noreste, localidad natal de Raisi.
El aparato accidentado formaba parte de un convoy de tres helicópteros en el que viajaba la comitiva presidencial.
Dos de ellos aterrizaron sin problemas en Tabriz, en el noroeste de Irán, pero no el helicóptero en el que iba Raisi, de 63 años.
La agencia de prensa oficial IRNA informó después de que Raisi, así como el ministro de Relaciones Exteriores, Hossein Amir-Abdollahian, se encontraban entre los pasajeros del aparato, junto con el gobernador provincial y el principal imán de la región.
IRNA apuntó que "más de 20 equipos de rescate, completamente equipados, sobre todo con drones y perros de rescate" fueron "enviados al lugar".
Por su parte, el vicepresidente iraní, Mohammad Mokhber, abandonó Teherán por la tarde rumbo a Tabriz junto a varios ministros, según el portavoz del gobierno.
Junto al presidente de Azerbaiyán
Raisi se desplazó este domingo a la provincia de Azerbaiyán Oriental, donde inauguró una presa junto al presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, en la frontera entre ambos países.
Durante una rueda de prensa conjunta, expresó de nuevo su apoyo a los palestinos en la guerra en la Franja de Gaza entre Hamás e Israel. "Pensamos que Palestina es la primera cuestión del mundo musulmán, estamos convencidos de que los pueblos de Irán y de Azerbaiyán continúan apoyando a los pueblos de Palestina y de Gaza y que detestan al régimen sionista", declaró.
Irán lanzó un ataque inédito el 13 de abril contra Israel, con 350 drones y misiles, la mayor parte de los cuales fueron interceptados con la ayuda de Estados Unidos y de otros países aliados.
Raisi, un ayatolá de 63 años, es presidente de Irán desde 2021.
Considerado como un ultraconservador, fue elegido el 18 de junio de 2021 en primera vuelta en unos comicios marcados por una abstención récord para unas presidenciales, y en ausencia de ningún rival de peso.
Siempre aparece tocado con un turbante negro y vestido con un largo abrigo religioso. Sucedió al moderado Hasan Rohani, que lo había derrotado en las presidenciales de 2017 y que, tras dos mandatos consecutivos, no pudo volver a concurrir.
Raisi salió reforzado de las legislativas celebradas en marzo, que fueron las primeras elecciones organizadas a nivel nacional desde el estallido del movimiento de protesta que sacudió Irán a finales de 2022 a raíz del deceso de Mahsa Amini, que murió tras haber sido detenida por no respetar el código de indumentaria que rige la República Islámica.
Tras los comicios de marzo, el presidente iraní se mostró satisfecho por el "nuevo fracaso histórico infligido a los enemigos de Irán tras los disturbios" de 2022.
Nacido en noviembre de 1960, Raisi hizo el grueso de su carrera en el sistema judicial. Antes de ser presidente, fue fiscal general de Teherán y fiscal general del país.
Raisi figura en la lista negra de Estados Unidos de dirigentes iraníes sancionados por Washington, que lo acusa de "complicidad" en "graves violaciones de los derechos humanos", algo que las autoridades de Teherán rechazan.