Chihuahua, Chih. El monitor de sequía de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) reportó, en su actualización más reciente, que los 67 municipios del estado de Chihuahua padecen condiciones de sequía, 35 de los cuales sufren sequía excepcional, 29 están en sequía extrema y tres en sequía severa, al tiempo que las dos principales presas de la entidad, La Boquilla y La Vírgenes, ubicadas en la cuenca del río Conchos, disminuyeron su almacenamiento a niveles críticos.
Las presas Las Lajas y El Tintero, que se encuentran en los municipios de San Buenaventura y Namiquipa, respectivamente, son las que menos reserva de agua tienen, al estar al 10 por ciento de su aforo la primera, y a 11 por ciento la segunda. En la misma región la presa Abraham González, del municipio de Guerrero, está al 19 por ciento de su capacidad.
En la región centro y sur de Chihuahua, los embalses La Boquilla y La Vírgenes están al 27 y 25 por ciento de sus capacidades, respectivamente, a dos meses de que inició la temporada de siembra en el distrito de riego 005, con cabecera en Ciudad Delicias, y sin que se hayan precipitado lluvias.
De acuerdo con el reporte diario de almacenamiento de presas que difunde la Conagua, el embalse Las Vírgenes puede acumular hasta 333 millones de metros cúbicos de agua, y tiene sólo 84 millones de metros cúbicos.
En tanto, La Boquilla, que es la presa más grande del estado de Chihuahua, está al 27 por ciento de su capacidad. Puede retener hasta 2 mil 846 millones de metros cúbicos, pero su almacenamiento es de 786 millones.
Mientras, las presas El Rejón y Luis L. León, de la capital del estado y del municipio de Aldama, respectivamente, son las que tienen más almacenamiento, con 86 y 80 por ciento de reserva.
En este contexto productores agrícolas, ganaderos y lecheros, dijeron estar desesperados por la falta de lluvias, de tal forma que decidieron comenzar a organizar procesiones y misas para pedir a Dios, a la Virgen y a todos los santos, que llueva.
El presidente de la Asociación Ganadera Local, Fidencio Loya Pacheco, aseguró que el agro chihuahuense pasa actualmente por una situación bastante crítica, como resultado de la falta de lluvias.
Por eso “todos tenemos nuestra velita prendida y hay que pedirle mucho a Dios, los que somos creyentes creemos que está en manos de Dios, ¿y pues a quién más recurrimos? Nosotros vamos a hacer de todo: rezar, tener misas, procesiones, pedirle a Dios, a la Virgen, a todos los santos habidos y por haber para que llueva, a San Isidro Labrador”.
Por lo pronto, el bajo almacenamiento de agua se debe a la sequía que ha afectado más del 95 por ciento del territorio estatal chihuahuense, y que se pronostica tenga efectos prolongados durante todo 2024.
Según el monitor de sequía, la zona norte de Chihuahua ha padecido un “impacto de sequía” durante un período de alrededor de seis meses, mientras que el centro y el sur de la entidad está bajo un “impacto de sequía” por un lapso mayor a medio año.