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Infancia y sociedad

18 de mayo de 2024 08:42

Como maestra mexicana, filósofa y sicóloga que soy, mi apuesta es por Xóchitl, candidata de sí misma y de la sociedad civil, sobre todo. No la conozco en persona pero, después de analizar su personalidad y su trayectoria, afirmo que es una guerrera brillante, buena y verdadera. Imperfecta como todas. Mucho antes que la política tocara a su puerta –fue así y no al revés– creó con sus propios recursos Porvenir, organización civil para combatir la desnutrición de la niñez indígena. Hay constancias. Me alienta lo que eso puede significar para la infancia nacional si Xóchitl llega a ser la próxima presidenta.

Me gusta su espontaneidad, su alegría de vivir y su sonrisa ancha siempre. Camina, viste y habla con desenfado, y la solemnidad no logra inhibir su fuerte personalidad. Con ella empezará la reconciliación de los mexicanos, hoy divididos por el odio. La confianza en sí misma y su concepto vivencial de la justicia evitarán que el poder la enferme. Xóchitl respetará la ley y la división de poderes. Gobernará para débiles y fuertes; conoce a los dos.

Xóchitl Gálvez es mujer de una pieza, la más capaz de enfriar las papas calientes del gobierno saliente. Nada de lo que ocurre hoy la intimida.

Es empática con los que sufren y capaz de sumar a quienes sueñan con un mejor país. Ser ingeniera es otra garantía: la mente ingenieril (analítica y matemática) sabe formular problemas y diseñar soluciones correctas. Estaremos a salvo de ocurrencias que cuesten vidas, mucho dinero y daños ambientales.

La libertad que caracteriza a Xóchitl no es casual: la conquistó con decisión y lucidez para superar la pobreza y la violencia. Logró la hazaña más difícil para una mujer: construirse a sí misma. A nadie debe nada.

En 1994 y 1995 fue premiada como Empresaria del Año. En 1999 recibió Premio a la Filantropía, y en el 2000 fue la primera mexicana reconocida en Davos entre los 100 líderes del futuro del mundo.

La libertad ha sido lo más preciado desde mi niñez, por eso me identifico con Xóchitl en aquello de yo me mando sola.

Por amor a la vida, a la verdad y a la libertad, hoy es la hora de saber quiénes somos.

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