Unos 100 elementos de la Secretaría de Protección y Seguridad Ciudadana "tomaron" el palacio de Gobierno en protesta porque de nueva cuenta les retuvieron sus cheques a 65 de sus compañeros y persisten el hostigamiento y represión en su contra pues no les entregan combustible para que las patrullas puedan salir a operar.
A bordo de dos autobuses de la SPSC, los uniformados acudieron a la sede alterna de esta dependencia ubicada en las instalaciones de la Academia de Policía dónde encararon al personal administrativo para reclamar que una vez más no fueron entregados los cheques a todo el personal.
A falta de respuesta se trasladaron al Palacio de Gobierno para tratar de hablar con el secretario de Finanzas, Jezrael Larracilla Pérez sin embargo tampoco fueron atendidos, por lo que se plantaron en la sede del edificio gubernamental donde corearon consignas contra la gobernadora Layda Sansores y su secretaria de Protección y Seguridad Ciudadana Marcela Muñoz Martínez dr de quienes pidieron sus renuncias.
El subsecretario de Gobierno Arturo Moo Cahuich accedió a dialogar con ellos sin embargo no ofreció ninguna solución, solo les prometió que analizarían sus demandas y que el lunes les darían respuesta lo que los enardecio y decidieron "tomar" el edificio.
Se apostaron en las puertas de acceso de la Secretaria de Finanzas y no dejaron salir a nadie. También bloquearon el paso a los elevadores y a las escalinatas para impedir la entrada o salida de personal o de los visitantes.
Denunciaron que persiste la represión del Gobierno de Layda Sansores quien en lugar de dialogar y proponer soluciones se aferra a proteger a Muñoz Martínez y les imponen sanciones salariales además que les ha levantado actas administrativas a fin de promover sus ceses definitivos como ya ocurrió con siete de sus compañeros.
En su respaldo arribo el diputado federal morenista José Luis Flores Pacheco quien lamentó la cerrazón de la gobernadora Sansores para dialogar y que persista en su pretensión de cesarlos a pesar de que los sublevados no han dejado de prestar el servicio a la ciudadanía.
Los manifestantes advirtieron que si para el lunes no les resuelven sus demandas, podrían tomar medidas de protesta más severas pues ya están cansados de que la gobernadora Layda Sansores dañe a decenas de familias de los policías al ordenar arbitrariamente que les retengan sus salarios.