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México, SA

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El secretario del Congreso de los Diputados de España, Gerardo Pisarello, advirtió que las derechas de ese país intentan influir en las próximas elecciones en México, junto con organizaciones y grupos de cabildeo de Estados Unidos. Foto Europa Press
16 de mayo de 2024 07:25
La Secretaría de Economía difundió una buena noticia –aunque tiene sus bemoles– que el presidente López Obrador celebró en la mañanera de ayer: Se incrementó la inversión extranjera directa en el primer trimestre del año, como nunca, es un récord histórico; sigue creciendo la llegada de la inversión foránea (IED): 20 mil 313 millones de dólares. Esto es empleo, ingresos para los trabajadores y bienestar. Primer trimestre, no hay estancamiento económico; sigue habiendo progreso con justicia en nuestro país.

Desde luego que el resultado es importante y el monto nada despreciable, pero, como siempre, a la hora del desglose algo falla, porque el grueso de esa inversión (97 por ciento del total) no es nueva inversión proveniente del exterior, no es dinero fresco que se inyecta a la economía nacional, sino reinversión de las utilidades que son generadas aquí por las empresas foráneas que operan en México.

Cierto es que técnicamente se maneja así: todo esto se contabiliza como IED, pero en realidad la nueva inversión, la que por primera vez ingresó al país en el periodo de referencia, apenas sumó 600 millones de dólares y alrededor de 100 millones adicionales son atribuibles a las llamada cuentas entre compañías, es decir, préstamos, cobros y pagos entre empresas mexicanas (en realidad filiales de las foráneas) y extranjeras del mismo grupo corporativo que operan en el país.

La Secretaría de Economía, con Raquel Buenrostro a la cabeza, subrayó que, resultado de la estabilidad económica del país y el buen ambiente de negocios, por segundo año consecutivo la reinversión de utilidades alcanza un nuevo máximo histórico, lo que refrenda la confianza de los inversionistas extranjeros en el país con el objetivo de ampliar, mejorar o trasladar sus procesos productivos. Esta reconfiguración de los flujos de IED, observada en el primer trimestre de 2024, sugiere un adecuado grado de liquidez de las empresas para cubrir las deudas adquiridas con el exterior por la obtención de préstamos, así como para realizar préstamos hacia empresas pertenecientes a su grupo corporativo, ocasionando un efecto cero con las entradas de inversión al país, lo que se ve representado en las cuentas entre compañías.

En el desglose, la citada dependencia revela que de enero a marzo del presente año 52 por ciento de la IED correspondió a corporativos estadunidenses; 9 por ciento a alemanes, 8 por ciento a canadienses y 7 por ciento a japoneses. En orden de importancia se enlistan Argentina (4 por ciento), Suiza (una proporción igual a la anterior), Corea del Sur (3 por ciento), y Países Bajos y Brasil, ambos con montos irrelevantes.

En el penúltimo escalón aparece la IED de España, también con un monto irrelevante (ocupa el penúltimo escalón), país en el que la ultraderecha está encabritada y muy activa en contra del presidente López Obrador, sin olvidar la desinteresada participación de tipejos como Carlos Salinas de Gortari, Felipe Calderón y hasta Enrique Peña Nieto, protegidos de la corona.

Se trata “del último intento desesperado de las derechas españolas por influir en las elecciones mexicanas del próximo 2 de junio con insidias y falsedades, apoyadas por plataformas y lobbies de intoxicación internacionales como Red Atlas América, BlackRock o USAID” (la siempre colonial Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional), como lo denunció Gerardo Pisarello, diputado de la coalición de izquierdas Sumar y secretario del Congreso de los Diputados de aquel país europeo.

Lo anterior no es casual: el gran capital español, junto con su brazo político (la derecha y la ultraderecha) fue acostumbrado por el régimen neoliberal a obtener de todo, todo, a cambio de espejitos, si los entregaba. Pero como se les acabó el festín, se retuerce y ataca.

Las rebanadas del pastel

No se requiere de una bola de cristal, sino dar seguimiento cotidiano y real, para sustentar lo dicho por Claudia Sheinbaum: Lady Gelatinas “seguirá cayendo en las preferencias electorales, porque su estrategia sigue siendo guerra sucia, más calumnias, y eso ya no tiene asidero en el pueblo de México; por eso nuestro llamado a salir a votar, para demostrar la gran diferencia, porque van a querer recurrir al Tribunal Electoral, a la compra del voto, las amenazas y la guerra sucia. Es parte de lo que son. Por eso, precisamente, no tienen el reconocimiento”. Se trata de “evitar que el Prian pueda hacer fraude electoral, lo que trae en su ADN”… Va un fuerte abrazo a los compañeros de Comochi Coyoacán. Gracias por su atención y, sobre todo, su paciencia.

X: @cafevega



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