Una semana antes de que comience la temporada de ciclones en el Pacífico, el 15 de mayo, y a tres en el Atlántico, son vastos e incuantificables los daños que la sequía más intensa de la época reciente ha dejado a lo largo de territorio mexicano: presas y lagos semivacíos; ríos, arroyos y manantiales, otrora caudalosos, ahora secos o en sus niveles mínimos históricos; un incremento exponencial en el reparto de agua por tandeo; grandes extensiones de tierras de cultivo sin regar y reducción de los hatos ganaderos.
Muchos de los afectados por el severo estiaje y el aumento de la temperatura esperan que las lluvias que generen los meteoros mitiguen las afectaciones.
En el estado de México, sus 125 municipios presentan algún grado de sequía, y la mayoría, más de 80, están en una escala severa.
La condición extrema se concentra en el sur de la entidad, donde se ubican las presas que alimentan el Sistema Cutzamala, que abastece de agua a Toluca, la Ciudad de México y municipios de la zona conurbada.
Según la Comisión Nacional del Agua (Conagua), en la zona donde está el embalse Miguel Alemán, de Valle de Bravo, ya suman 12 semanas sin lluvias y las cinco precipitaciones registradas en los pasados seis meses han sido menores.
Campos sin cultivar
Lo mismo ocurre en Villa Victoria, en el que se ubica la presa del mismo nombre, y en Ixtapan del Oro y Villa de Allende, donde está el embalse Chilesdo.
El severo estiaje también ha ocasionado reducción en los niveles de las lagunas del Sol y la Luna, situadas en el cráter del Nevado de Toluca, las cuales han perdido poco más de 1.80 metros de columna de agua en los pasados años, según una investigación del profesor Isaías de la Rosa, del Tecnológico de Toluca.
En Morelos, una baja considerable en el volumen de los mantos acuíferos y pozos ha provocado sequía moderada en la capital del estado.
Esta situación se presenta también en los campos agrícolas de la entidad, de los cuales se estima que de 180 mil hectáreas, al menos 40 mil no se cultivarán en este temporal.
Los productos que no se sembrarán son, principalmente, maíz y sorgo; además, los municipios más perjudicados se ubican en el oriente y sur de la entidad
, señaló Florencio Ixpango Merino, dirigente de la Unidad de la Fuerza Indígena Campesina.
La Comisión Estatal del Agua de Guanajuato dio a conocer que el embalse El Palote, que puede alojar 10 millones de metros cúbicos, está completamente seco, lo que perjudica a 160 mil habitantes del norte del estado.
La dependencia expuso que las principales presas están a 2.9 y 64.27 por ciento de sus capacidades, al tiempo que la entidad padece en distintos sectores sequía severa, extrema y excepcional.
Detalló que de los 46 municipios, 23 están en condición severa; 14, extrema; y nueve, excepcional. Resaltó que en estos últimos hay pérdidas fuera de lo común en cultivos o pastos, riesgo alto de incendios y escasez de agua en embalses, arroyos y pozos
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Disminuye hato ganadero
En Durango se tenía programado regar 25 mil hectáreas del distrito 52 –ubicado en la zona central del estado– con agua rodada, procedente de ríos, arroyos o canales, no de pozos, sistemas de riego, ni en pipas.
Sin embargo, sólo 6 mil recibirán ese tipo de líquido, y las 19 mil hectáreas restantes se quedarán sin el recurso, de acuerdo con Jesús López, secretario de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural de la entidad.
Además, de 2023 a la fecha, el hato ganadero duranguense perdió por la sequía casi 10 por ciento de un total de 925 mil reses, puesto que murieron 25 mil 500 vacas y se vendieron de emergencia unas 60 mil.
Lagunas vacías
El estiaje en Veracruz colocó en niveles críticos al río Pixquiac del municipio de Xalapa, lo mismo que a las presas Yuribia y Cangrejera.
En la zona conurbada Veracruz-Boca del Río al menos 10 lagunas están a punto de quedarse sin agua, de acuerdo con la Procuraduría del Medio Ambiente.
En Coatzacoalcos el abasto se realiza con pipas, mientras en poblaciones rurales los lugareños se han visto obligados a acumular el líquido de ríos y cuerpos de agua cercanos
En Nuevo León, las principales presas registran niveles muy bajos. Cerro Prieto, ubicada en el municipio de Linares y con una capacidad de 300 millones de metros cúbicos de agua, actualmente está a 6.85 por ciento de llenado.
El embalse La Boca, en la localidad de Santiago, tiene 38.2 por ciento de los 40 millones de metros cúbicos que puede almacenar, y El Cuchillo, en el municipio de China, con espacio para mil 123 millones de metros cúbicos, sólo está a 35.39 por ciento.
Juan Castro, ex titular de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, Rural y Pesca de Quintana Roo, afirmó que la falta de agua en la entidad provocó que no haya floración, por lo que las abejas no tienen qué comer y por tanto los apicultores tienen que buscar la manera de alimentarlas para evitar pérdidas.
El líder ganadero en el sur del estado sostuvo que mientras en otros tiempos ya estarían cosechando, en la actualidad la poca miel que recuperan bajó más de 50 por ciento su valor, al pasar de 55 pesos el kilo, a 25, mientras el costo de producción se elevó en más de 30 por ciento.
Explicó que además de invertir en azúcar y fructosa para alimentar a los insectos, los colmeneros tienen que comprar hojas de cera –que cuestan entre 16 y 17 pesos cada una–, cuadros y equipos de producción, lo cual no es equiparable con los 25 pesos en que ahora venden el kilo de miel.
Afirmó que ante esa situación, los apicultores están abandonando el oficio y empiezan a vender sus colmenas, pero salen perdiendo, pues de hasta 3 mil pesos que costaba una, hoy apenas las pueden ofrecer en mil 700 pesos.
En el sector ganadero, debido al estiaje no hay pastizales y las reses comenzaron a perder peso, lo cual se traduce en mermas económicas, pues se tiene que invertir en acarrear líquido y adquirir forrajes.
Indicó que hasta ahora se calculan pérdidas de 20 por ciento, pero de continuar así el clima, en este mes o el próximo empezará a morir el ganado, lo cual representaría un golpe más fuerte.
Lago de Pátzcuaro, en fase crítica
La escasez de lluvias que ha prevalecido en Michoacán desde el año pasado provocó que se perdieran 58 mil hectáreas de cultivos de temporal y sufrieran daños parciales otras 50 mil (de unas 600 mil), sobre todo de maíz, frijol y sorgo, de acuerdo con la Secretaría de Agricultura de la entidad.
La presa de Cointzio, que abastece de agua a 70 por ciento de los aproximadamente 900 mil habitantes de Morelia, se encuentra a 20 por ciento de su capacidad y 70 por ciento de las 44 mil hectáreas del lago de Cuitzeo están totalmente secas.
El lago de Pátzcuaro, que abarca una superficie de 262 kilómetros cuadrados, también ha entrado en una fase crítica; su profundidad no alcanza un metro de altura en la parte que corresponde a Janitzio y Jarácuaro.
En Jalisco, el lago de Chapala, que es el cuerpo lacustre más grande del país, está a poco más de 40 por ciento de su capacidad, lo que significa una disminución de su nivel a comparación de los dos años anteriores.
Según información de la Comisión Estatal del Agua, en la misma fecha de 2022 se encontraba a 63.48 por ciento y en 2023, a 55.57 por ciento.
La presa Calderón, otra fuente abastecedora de agua potable para el área conurbada de Guadalajara, está a 24 por ciento de almacenamiento.
De acuerdo con un reporte de la Conagua, 20 de los 28 acuíferos de Coahuila registran extracción por encima de la recarga natural.
La presa La Amistad, que es la principal del estado, está a 11 por ciento de su capacidad, y la Venustiano Carranza o Don Martín, la segunda más importante, se encuentra a 17 por ciento.
Los efectos de la sequía se reflejan en el abatimiento de 80 por ciento de pozos de los ejidos que hay en la entidad; entre las comunidades rurales más afectadas están las que producen cera de candelilla, aseguró el presidente de la Asociación de Productores Los Dorados de Villa, Armando Mata Valdés.