Ciudad de México. Los pasivos que arrastra Petróleos Mexicanos (Pemex) son de tal magnitud que “no se puede tapar el sol con un dedo”, reconoció Rogelio Ramírez de la O, secretario de Hacienda y Crédito Público. “Es una restructura que tomará años (…) porque es una deuda muy grande y es una empresa muy grande”, declaró en la Reunión Nacional de Consejeros Regionales de BBVA.
Luego de que la principal empresa productiva del Estado reportara que a marzo de 2024 tiene una deuda de 101 mil 499 millones de dólares; y Claudia Sheinbaum Pardo, la candidata de la coalición Sigamos Haciendo Historia (Morena, PT y PVEM), reconociera que se tendrá que hacer un refinanciamiento de los pasivos el próximo año –incluso involucrando al Banco de México, dada la importancia de Pemex–, Ramírez de la O comentó que el proceso de restructura en la petrolera dista de concluir.
Aparte de los adelantos que se han hecho desde la Secretaría de Hacienda para apoyar el pago de vencimientos de Pemex, se ha sumado la línea presupuestal de este año para que pague amortizaciones de deuda. “Este es el inicio de una optimización, es decir, el balance del gobierno federal va a estar más dedicado a las atenciones de las necesidades de Pemex”, comentó.
Como parte de una agenda para involucrar más al soberano en la situación financiera se tienen delineados diferentes objetivos como reducir costos, mantener la austeridad, hacer procesos más selectivos en las inversiones, explicó el secretario durante el encuentro con banqueros.
En su presentación agregó que se espera dejar la medida más amplia de la deuda pública en 50.2 por ciento del producto interno bruto (PIB) al cierre de este año, pero podría ser menor, dado que salvo 2020 en todos los ejercicios este monto queda por debajo de lo previsto.
Reiteró que se confía en que para 2025 se reduzca el déficit fiscal una vez terminadas las grandes obras de infraestructura; lo que no implica por sí mismo “una baja repentina de la demanda agregada” el próximo año, uno en que también habrá impactos políticos derivados de los resultados electorales.
Consultado sobre el Fondo de Pensiones para el Bienestar, dijo que hasta ahora no se prevé un aumento acelerado en la demanda de esos activos que servirían para compensar las pensiones de quienes cotizan con el esquema de 1997. “Puede durar entre 8 y 10 años con esos montos sin que se sobrepase”, dijo, sin abundar sobre los próximos esquemas para nutrir este fideicomiso con más recursos.
Por último, encarado sobre si aceptará una invitación de Sheinbaum Pardo para quedarse al frente de Hacienda, luego de que ésta reiterara un día antes que, de ganar las elecciones del 2 de junio, lo primero que haría sería pedir formalmente a Ramírez de la O que permanezca en la dependencia, el economista rehusó contestar.
“Es un gran honor estar en la Secretaría de Hacienda con el presidente López Obrador, va a ser un honor bajo cualquier escenario estar en la Secretaría de Hacienda, pero no puedo responder en concreto a esa pregunta”, zanjó.