Guadalajara, Jal. En el aniversario 70 del natalicio del ex rector de la Universidad de Guadalajar, Raúl Padilla López (1954-2023), la comunidad universitaria rindió un homenaje a “uno de los pilares de la transformación y modernización” de la casa de estudios, develó una estatua de bronce en su honor frente a la Rectoría y por la tarde plantó un roble en el Centro Cultural Universitario como un “monumento vivo” en recuerdo al impulso que Padilla dio a las artes.

La estatua de bronce, con poco más de dos metros de altura y creada por Juan José Méndez Vega, fue colocada en el jardín frente a la Rectoría que él presidió entre 1989 y 1995, integrándose al selecto grupo de efigies en ese lugar como son fray Antonio Alcalde, creador de la UdeG en 1792, y otras figuras más recientes pero de igual importancia para la historia de la casa de estudio como José Guadalupe Zuno o Enrique Díaz de León.

“Hay ausencias que llenan tantos espacios, ausencias que no son ausencias porque se dejan sentir en la grandeza de su legado. Qué alegría ver hoy aquí a la comunidad universitaria y verla más unida y fuerte que nunca. Universitarios que se han sobrepuesto a la adversidad y honran la vida de la mente más brillante que ha pasado por la historia de esta universidad, Raúl Padilla López”, dijo el rector Ricardo Villanueva Lomelí.

La ceremonia se desarrolló en la explanada de Rectoría, bajo un enorme toldo blanco en donde se dispuso de sillas para albergar a rectores y directivos de los diversos campus distribuidos en el estado, miembros del grupo político Universidad que Padilla encabezó desde 1989 hasta su muerte en abril del año pasado, además de familiares y personas cercanas al homenajeado.

Trino Padilla, también ex rector y hermano de Raúl, dijo que existen personajes que no necesitan una estatua para inmortalizarse porque ya son inmortales por las obras que hicieron y por el legado que dejan.

“Y por el recuerdo, el afecto y el cariño que dejan en todos aquellos que lo conocieron y más aún quizá en la memoria colectiva de aquellos que no lo conocieron personalmente pero que saben de sus obras y se benefician de ellas”, agregó.

Señaló que su hermano, a quien calificó como “un líder de su tiempo”, sabía del papel importante que juegan los liderazgos en las comunidades, pero también que “toda gran obra perdurable es siempre una obra colectiva”.

A la develación de la estatua acudieron dos amigos cercanos de Padilla, invitados por el rector Villanueva: el alcalde con licencia de Zapopan que busca la reelección por el partido MC, Juan José Frangie, y el ex gobernador de Chihuahua, Javier Corral Jurado, ex panista ahora parte del equipo que elabora el plan de gobierno que seguiría Claudia Sheinbaum de ganar la presidencia.

Corral recordó que en enero del año pasado, menos de tres meses antes de su muerte, Raúl Padilla estuvo en Chihuahua para acompañarlo en la frustrada inauguración de su librería, la cual fue clausurada por órdenes de la gobernadora panista Maru Campos, lo que obligó a realizar el acto y presentación de un libro de Enrique Serna en otro lugar.

“Nos obligaron a sacar las cosas a un parque y Raúl Padilla ahí estuvo, ayudando cargando sillas y micrófonos para hacer la inauguración”, dijo Corral, después de concluido el acto.

La estatua elaborada por Juan Méndez, fue diseñada a partir de fotografías y tardó por lo menos 5 meses en elaborarse.

El mismo escultor hizo la estatua de fray Antonio Alcalde, continuando la tradición que inició su padre, Juan José Méndez Hernández, quien elaboró las estatuas de Enrique Díaz de León y José Guadalupe Zuno, instaladas también en el jardín frente a Rectoría.

En su efigie, Raúl Padilla se toca el corazón con la mano derecha en señal de agradecimiento, mientras la mano izquierda está sobre tres libros que descansan sobre un pilar, en el que se lee: “Red Universitaria de Jalisco”, en reconocimiento a lo que hizo cuando fue rector, logrando ampliar la universidad pública más allá de la capital estatal al construir campus en varias partes del estado.

En el acto festivo nadie se refirió a la otra cara de Padilla, la de líder político férreo desde su época estudiantil, faceta que hizo que tanto el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, o el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, lo calificaran de cacique universitario hasta que el ex rector, presa de inicios de Alzheimer, decidió suicidarse con un disparo en la boca la noche entre el 2 y 3 de abril del año pasado, en su domicilio de la colonia Vallarta Poniente.

"Ya no soy útil como en otras coyunturas. Sirvo más llendome (sic). Perdón, perdón, perdón!", escribió Padilla en una de sus cartas póstumas, en la que reconocía padecer la enfermedad.

Un fotógrafo, que conoce bien la historia del padillismo dentro de la UdeG, tras observar la develación de la estatua y ver la mano derecha de Padilla posada en su corazón, ironizó: “Parece que se está buscando el cuete”.