San Cristóbal de Las Casas, Chis. Los obispos de las diócesis de San Cristóbal, Tuxtla Gutiérrez y Tapachula consideraron que en algunas regiones del estado “que están siendo afectadas por la violencia, los desplazamientos o controladas por el narcotráfico, no hay condiciones para que las elecciones se lleven a cabo” el 2 de junio.
En un documento conjunto, exhortaron a los candidatos a cargos públicos, a que “den propuestas concretas para responder a las cuestiones más urgentes: violencia e inseguridad, narcotráfico, pobreza, explotación de la tierra, migración, salud, educación”.
Aclararon que en los lugares en los que haya condiciones para las elecciones “hemos de hacer todo lo posible para participar activamente y con libertad, siendo conscientes de la responsabilidad social en la transformación de una sociedad” más justa y fraterna.
Sin precisar en qué zonas no existen condiciones para las votaciones, afirmaron que “la violencia que atenta también contra los valores de la familia y la comunidad”.
Como católicos, añadieron, “se les invita a discernir sabiamente para elegir en las próximas elecciones a las personas que consideramos velarán por el bien común de las comunidades. También nos corresponde colaborar para que las promesas de campaña sean realizadas, buscando siempre el bien de la comunidad”, porque los ganadores trabajen por el bien de todos.
Invitaron a los ciudadanos a “no vender su dignidad, a no vender su voto porque de esa manera seguirán alimentando la corrupción que tanto mal ha hecho” al país.
Lamentaron la “realidad electoral voraz que estamos viviendo con los candidatos para la presidencia de la República, estatal y municipal, así como para senadores y diputados, en la que no encontramos propuestas concretas para responder a esta realidad que estamos viviendo”.
Jaime Calderón Calderón, obispo de Tapachula; Rodrigo Aguilar Martínez obispo de San Cristóbal y administrador apostólico de Tuxtla Gutiérrez, así como sus auxiliares, Luis Manuel López Alfaro y José Luis Mendoza Corzo, expresaron a los católicos: “Les compartimos que nos preocupa la realidad que estamos viviendo en nuestro estado: la ola de violencia presente en nuestras diócesis, que desestabiliza la sociedad y que en muchas ocasiones es generada por el crimen organizado”.
Añadieron que “a la presencia de la corrupción en todos los niveles de gobierno, que tanto daño genera en el bienestar de las comunidades y familias, se suman lamentablemente, la migración, el pago de piso, la inseguridad, la pobreza generalizada, el rezago educativo y de salud, la falta de apoyo laboral y de conciencia en la equidad de oportunidades entre el hombre y la mujer”.
Señalaron que sienten “responsables de hacer conciencia de la trascendencia de nuestra participación como cristianos católicos en la vida política del país, de la que todos somos conscientes, de una visión del ser humano fuertemente individualista y reduccionista, que provoca una serie de atropellos al derecho a la vida digna y en abundancia que Jesús nos ha prometido”.