Monterrey, NL. La Comisión Nacional del Agua (Conagua) reveló que en los primeros cuatro meses del año, en Nuevo León ha llovido por debajo del promedio histórico, y alertó que en el siguiente trimestre lloverá hasta un 17 por ciento menos, lo que agravaría la situación en la entidad y urgió a un uso más racional del líquido.

Luis Carlos Alatorre Cejudo, gerente regional de Conagua, señaló que pese a que vienen los meses de mayores precipitaciones, los pronósticos no son nada halagadores e hizo un llamado al Gobierno estatal y ciudadanos a reducir el consumo del vital líquido.

Agregó se estima que en mayo, la lluvia estimada es del 5 por ciento por debajo del promedio histórico, donde se podría alcanzar hasta 61.3 milímetros.

En el mes de junio, la precipitación aproximada es un 17 por ciento abajo del promedio, pudiendo alcanzar unos 58.6 milímetros, mientras que en julio sería un 13 por ciento por debajo del promedio, sumando unos 58.5 milímetros.

"Con esta información, y dado a como se ha ido presentando la precipitación y como los pronósticos de agua han sido consistentes, hacemos un llamado a las instituciones y ciudadanía de ser corresponsables y hacer un uso más racional del agua", recalcó Alatorre Cejudo a través de un video subido a sus redes sociales

"Nosotros como ciudadanos tenemos el poder de reducir el consumo y por ende, no estar incrementando esa tendencia a la baja tan pronunciada que han tenido los embalses".

De acuerdo al registro de lluvias desde el inicio de año, se tiene que que de enero a abril de este año se han presentado 69.7 milímetros de precipitaciones, muy por debajo de los 99.3 milímetros del promedio histórico para este periodo de tiempo.

Por si fuera poco, sitios especializados como Meteored pronostican temperaturas máximas de 37 y 38 grados durante el fin de semana y el lunes, y a partir del martes y el resto de la próxima semana podrían ser superiores a los 40 grados centígrados.

En algunos sectores de la zona metropolitana de Monterrey, se han tenido reportes en el sentido de que frecuentemente el agua de las llaves sale turbia y con un sabor a cieno, lo que indica que se abaten los mantos acuíferos.