Ciudad de México. Casi 6 de cada 10 firmas estadunidenses han reubicado sus operaciones desde Asia a Estados Unidos después de la pandemia del covid-19, mientras que 11 por ciento han relocalizado sus procesos de producción a México, de acuerdo con un estudio de Kearney.

Omar Troncoso, director general de la consultora en México, comentó que 28 por ciento de los ejecutivos que participaron en un sondeo indicaron que la producción manufacturera ya se localiza en la Unión Americana, es decir, han hecho un proceso de reshoring.

No obstante, el 31 por ciento de los directores generales de las firmas estadunidenses tienen la intención de mover las líneas de producción a ese territorio de América del Norte.

“Desde hace dos o tres años, estamos viendo una tendencia muchísimo más grande hacia el regresar la producción tanto a Estados Unidos como a Canadá”, dijo Troncoso en conferencia.

Troncoso apuntó que si bien el reshoring no implica traer a México las operaciones, este proceso también beneficia al país, pues esas empresas necesitan de otras que sean proveedoras.

No obstante, el directivo de la consulta comentó que el 11 por ciento de los ejecutivos encuestados indicó que ya ha movido las operaciones de las firmas a México y Canadá.

De acuerdo con datos de Kearney, en 2023 —por primera vez desde 2013– México superó a China y ahora es el mayor exportador a Estados Unidos, pues las importaciones estadunidenses de bienes manufactureros mexicanos crecieron de 320 mil millones de dólares en 2019, 422 mil millones de dólares en 2023, un aumento de 102 mil millones de dólares o 32 por ciento.

Destacó que las importaciones mexicanas de equipo de transporte aumentaron 16 por ciento, las importaciones de equipos eléctricos aumentaron 9 por ciento.

Anotó que “la expansión del espacio de fabricación y almacenamiento es particularmente notable en áreas cercanas a la frontera entre Estados Unidos y México, pero la velocidad con la que está sucediendo es asombrosa”.

Destacó que la relocalización está sucediendo en industrias como la automotriz y la electrónica que ya tienen un historial exitoso en México, pero otras industrias no se quedan atrás.