El pitcher mexicano Julio Urías llegó a un acuerdo con su esposa por un cargo de violencia doméstica y evitó pisar la cárcel, aunque deberá cumplir con una pena de 36 meses en libertad condicional, así como trabajo comunitario.
De los cinco cargos por delitos menores que enfrentaba Urías, el beisbolista decidió no disputar el que lo señalaba por violencia doméstica al llegar a un acuerdo con su esposa Daisy, de acuerdo con el medio estadunidense La Opinión.
Al no disputar el cargo de agresión doméstica, Urías no impugnó esta acusación, pero tampoco admitió ser culpable.
El sinaloense fue puesto en libertad condicional por 36 meses, deberá completar 30 días de trabajo comunitario y pagar una multa aún no determinada para el fondo de violencia doméstica.
Además, debe tomar un curso de asesoramiento de 53 semanas acerca de la violencia doméstica, al tiempo de que no tendrá permitido poseer ninguna arma o hacer uso de la fuerza o violencia.
El lanzador de 27 años fue detenido en septiembre del año pasado tras ser acusado de violencia doméstica por parte de su esposa Daisy, por lo cual los Dodgers decidieron terminar el contrato que tenían con el tricolor.