Ciudad de México. En el Día del Niño, la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami) recordó que en México se estima que 13.1 por ciento de las 28.4 millones de personas de 5 a 17 años de edad están en una condición de trabajo infantil, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). En este sentido, destacó que asistir a la escuela, reduce 26 por ciento la probabilidad de que un niño, niña y adolescente tenga que laborar.
En un comunicado, explicó que el trabajo infantil se define como “todo trabajo, de mercado o no, que priva a niñas y niños de sus derechos, su potencial y su dignidad, y que es perjudicial para su desarrollo físico y psicológico”.
Indicó que la Encuesta Nacional de Trabajo Infantil (ENTI) arrojó que en 2022 había 17 millones de hogares de los cuales el 11.6 por ciento tenían al menos una infancia o adolescencia en esta situación.
“Las adolescencias de 15 a 17 años tienen 15.9 por ciento más de probabilidad de estar en una situación de trabajo infantil respecto a las infancias de 5 a 9 años”, añadió.
Además, expuso que cuando la infancia o adolescencia se encuentra viviendo en una localidad urbana, su probabilidad de estar en una situación de trabajo infantil se reduce 7.0 por ciento.
Cuando se analiza a nivel hogar, apuntó, “si la persona jefa del hogar está ocupada, eso reduce la probabilidad de estar en una situación de trabajo infantil en 3.6 por ciento. Si esta jefatura la lleva una mujer, la probabilidad de estar en una situación de trabajo infantil aumenta 0.8 por ciento”.
Asimismo, señaló la Conasami, “si el hogar presentó un problema que impactara en sus ingresos en los últimos 3 años, las probabilidades de la inserción de una infancia o adolescencia en el mercado laboral son altas. Tal es el caso del problema de disminución de precios en los productos agrícolas (26.4 por ciento de probabilidad), pérdida de cultivos por plagas (21.1 por ciento) e inundaciones o exceso de lluvia (15.8 por ciento).
Lo anterior, indicó, reafirma que el trabajo infantil esté concentrado en el sector agropecuario y en sus actividades, por lo que es “prioritario revisar la situación del campo mexicano, para reducir o, en su caso, vigilar este tipo de prácticas”.