Melbourne. Mientras la comunidad deportiva mundial reaccionaba con conmoción ante el caso de dopaje masivo en China, los nadadores del país del este asiático se desentendieron del furor en las pruebas olímpicas y lograron una serie de tiempos llamativos en la antesala de París.
China aún no ha confirmado su selección para los Juegos Olímpicos del 26 de julio al 11 de agosto, pero las pruebas de Shenzhen demostraron que el equipo cuenta con suficientes opciones de medalla como para hacer reflexionar a las potencias de la natación, Estados Unidos y Australia.
La sensación adolescente, Pan Zhanle, se hizo con siete medallas de oro en las pruebas que concluyeron el fin de semana, al adjudicarse los 100 metros libres con un fulgurante tiempo de 46,97 segundos, 0,17 segundos menos que su récord mundial (46,80), establecido en los Campeonatos Mundiales de Doha en febrero.
La irrupción de Pan ha reforzado las ya de por sí sólidas opciones chinas al oro tanto en la prueba masculina como en la de relevos mixtos, en las que contarán con el arma masculina de braza, Qin Haiyang, y la campeona olímpica femenina de 200 metros mariposa, Zhang Yufei.
La bracista Tang Qianting también ha reforzado las opciones de medalla de China en el relevo femenino, al tiempo que se perfila como una amenaza para la plusmarquista mundial estadounidense, Lilly King, en la prueba individual de 100 metros.
Tang, de 20 años, ganó los 100 metros braza en Shenzhen con un récord asiático de natación de 1:04,68, un par de meses después de hacerse con el título mundial en Doha.
Wang Shun, el primer nadador asiático que ganó la medalla de oro en los 200 metros estilos individuales masculinos en los Juegos Olímpicos de Tokio, demostró que sigue siendo una potencia en la prueba a sus 30 años, al proclamarse campeón nacional con un tiempo de 1:55,35, su tercera mejor marca.
La natación china está en el punto de mira después de que la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) dijo que iniciaría una revisión independiente sobre su gestión de un caso que permitió evitar el castigo a 23 nadadores que dieron positivo por una sustancia prohibida.
Todos los nadadores dieron positivo por trimetazidina, un medicamento para el corazón, antes de los Juegos Olímpicos de Tokio 2021, pero fueron absueltos de culpa después de que una investigación china descubrió que los resultados se debían a una contaminación.
La AMA aceptó la explicación, pero la semana pasada anunció una revisión independiente del caso tras la presión de las autoridades nacionales antidopaje.