Ciudad de México. El Centro Nacional de las Artes (Cenart) celebró este sábado el Día Internacional de la Danza con una jornada festiva y familiar
, cuyas primeras protagonistas fueron unas pequeñas bailarinas que cautivaron a cientos de espectadores reunidos en la Plaza de las Artes.
Ataviadas con la vestimenta clásica de ballet: mallas, tutú, leotardo y zapatillas, las pequeñas artistas de cuatro años crearon un ambiente mágico en el escenario mediante movimientos suaves y precisos, aunados a la ternura propia de su edad.
Tenemos alumnas de tres a 43 años. El público pudo apreciar en esta ocasión una historia básica que alude al problema emocional al que se enfrentan las niñas desde chiquitas: el miedo
, explicó Irlanda Lara Mora, profesora de Danza Precisa Escuela de Iniciación Artística, instancia especializada en los géneros clásico, español, contemporáneo y jazz.
“La función formó parte del programa La danza en la vida misma; esta disciplina ayuda a los niños a madurar y a crecer a través de los desafíos. Incluso, los padres de familia nos han dicho que desde que sus hijos practican danza se han vuelto más disciplinados.
Es evidente que las pequeñas tienen dificultad para enfocarse, pero lo más bonito es cuando hacen uso de su maravillosa espontaneidad. Ni siquiera uno como docente se imagina qué van a decir o a hacer cuando se les olvida algún paso, pero sus ocurrencias son muy útiles para salir adelante y verse naturales.
Recreación e inspiración
La gala cultural estuvo articulada por 60 actividades, 53 funciones gratuitas en 11 espacios del inmueble, a cargo de 47 compañías, con la participación de 650 bailarines en escena. Sin embargo, al cierre de esta edición, no se especificó cuántos visitantes acudieron al Cenart –el encuentro concluyó a las 20 horas–, aunque dicha institución informó que en 2023, la afluencia fue de casi 11 mil personas
.
Las condiciones climáticas favorables contribuyeron a que tanto artistas como visitantes disfrutaran de las actividades al aire libre, como en las áreas verdes del Cenart, donde se realizaron algunos talleres dedicados a la expresión corporal.
El público que acudió al recinto cultural de Churubusco pudo apreciar las muestras coreográficas a cargo de bailarines de todas las edades y de varias entidades del país. Foto José Antonio López
También participaron compañías de otras entidades, como Arte Facto Danza de Xalapa y la Escuela de Bellas Artes del Estado de México, así como instituciones profesionales, entre ellas la Academia de la Danza Mexicana, las escuelas nacionales de Danza Clásica y Contemporánea, y Nellie y Gloria Campobello.
Conforme transcurría la tarde se hizo evidente la llegada de familias y parejas que se acercaban al centro cultural para disfrutar de las actividades programadas en honor a este arte milenario.
Traje a mis hijos porque considero que la danza, como cualquiera de las bellas artes, ofrece dos aspectos esenciales: uno recreativo y otro inspirador. En esta ocasión pudimos apreciar el ballet y un estilo más libre
, señaló en entrevista Gustavo Elizalde, quien acudió a la función de Don Quijote, fragmento del tercer acto La boda, a cargo de la Academia de la Danza Mexicana.
Una tarde formidable
En tanto, lo que comenzó como un paseo familiar para María Rioja, oriunda de Iztacalco, terminó siendo un día formidable
para ella y su nieto.
“Traje a mi nieto a un taller de pintura, pero aprovechamos para ver dos presentaciones: Coppelia, de la Escuela de Danza Clásica del Centro Cultural Ollin Yoliztli, y Los hilos del destino, de Fusionarte Danza. Para mí, la danza es un poderoso medio de comunicación. Quizá no a todos les gusta, pero estimula la imaginación.”
El cierre de la jornada artística estuvo a cargo de la Compañía Flamenca Lina Ravines, El Laboratorio Escénico Danza Teatro Ritual y la Compañía de la Escuela Nacional de Danza Folklórica.
El Día Internacional de la Danza fue proclamado en 1982 por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura. Se celebra el 29 de abril en conmemoración del natalicio del bailarín y coreógrafo francés Jean-Georges Noverre.