Los consumidores metieron el freno en Estados Unidos. La economía de Estados Unidos se ralentizó más de lo esperado por el consenso del mercado en el primer trimestre de 2024.
La Oficina de Análisis Económico, dependiente del Departamento de Comercio, reveló que el producto interno bruto (PIB) de Estados Unidos se expandió 1.6 por ciento a tasa anualizada, en el primer trimestre del año, frente al 3.4 por ciento reportado el periodo previo y por debajo de las previsiones de 2.5 por ciento.
De acuerdo con la primera estimación del PIB de Estados Unidos, la actividad económica del principal socio comercial de México marcó una desaceleración por segundo trimestre consecutivo y el crecimiento más bajo desde la contracción de 0.6 por ciento de abril-junio de 2022.
El PIB, que será revisado dos veces a medida que llegue información adicional, mostró que el consumo, el principal motor de la economía, creció a un ritmo trimestral anualizado de 2.5 por ciento, lo que representó una pérdida de dinamismo, pues el dato previo fue de 3.3 por ciento, debido principalmente a una cifra en el consumo de mercancías de 0.4 por ciento frente al 3 por ciento anterior, mientras el gasto en servicios aumentó de forma más acelerada a 4 por ciento desde 3.4 por ciento, describió Janneth Quiroz, directora de análisis económico de Monex.
Con una tasa de desempleo que se mantiene desde hace más de dos años por debajo de 4 por ciento, los hogares han echado mano de rentas, ahorros y deudas para gastar lo que no pudieron durante la pandemia.
Otros factores como la inversión fija y el gasto de los gobiernos estatales también contribuyeron al crecimiento, aunque a un ritmo más moderado.
¿Enfriamiento?
Por otra parte, el gasto público aumentó 1.2 por ciento y las exportaciones se desaceleraron marcadamente a 0.9 por ciento desde 5.1 por ciento previo, al tiempo que las importaciones repuntaron 7.2 por ciento contra 2.2 por ciento anterior.
La lectura del deflactor subyacente subió a 3.7 por ciento, superando expectativas y rompiendo la tendencia de moderación del último año. Ya que este dato se emplea en el deflactor del consumo (PCE), medida favorita de la Reserva Federal (Fed) para seguir la inflación, que se dará a conocer hoy y que se espera repunte a 2.6 por ciento en marzo, desde 2.5 de febrero.
Los datos del primer trimestre fueron buenos, incluso si el crecimiento resultó por debajo de lo estimado por el mercado, ya que, esto obedece principalmente a un rubro muy volátil. Para muestra dos datos: el gasto personal de consumo ha crecido en promedio 3 por ciento en los últimos tres trimestres y la inversión fija (residencial y no residencial sin inventarios) en 3.8 por ciento
, aseveraron analistas de Intercam.
Otros analistas sugieren que este enfriamiento en el ritmo de crecimiento puede ser indicativo de retos económicos más amplios que Estados Unidos podría enfrentar en los próximos meses, incluyendo posibles ajustes en políticas económicas y respuestas del mercado ante incertidumbres globales y domésticas.
En términos de PIB en dólares corrientes, se reportó un aumento de 4.8 por ciento a tasa anual, alcanzando 327 mil 500 millones de dólares, lo que elevó el total a 28.28 billones de dólares.