Ciudad de México. El peso mexicano se apreció ligeramente este viernes, después de dos sesiones de pérdidas, tras darse a conocer que la inflación en Estados Unidos avanzó moderadamente el mes pasado, en línea con lo esperado por el mercado, lo que amplía las expectativas de que la Reserva Federal de Estados Unidos no bajará las tasas de interés en su reunión de la próxima semana.
En operaciones al mayoreo, el tipo de cambio cerró en 17.14 unidades por dólar, 6 centavos (0.39 por ciento) a favor de la moneda mexicana respecto al día previo, pese a un fortalecimiento del dólar. Sin embargo, la moneda mexicana concluyó la semana con un retroceso marginal de 3 centavos (0.17 por ciento), con lo que acumuló tres semanas a la baja.
Las expectativas apuntan a que el peso podría continuar cediendo terreno, después de fortalecerse a inicios de marzo hasta 16.2559 unidades, un récord en casi nueve años.
En el Chicago Mercantile Exchange, las posiciones especulativas a favor de una apreciación del peso mexicano se redujeron por segunda semana consecutiva, luego de haber tocado su nivel más alto desde febrero de 2020.
Por su parte, el índice referencial de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) subió 1.31 por ciento y cerró con 57 mil 833.85 puntos, lo que le permitió culminar su mejor semana desde mediados de diciembre, en la recta final de la temporada local de resultados corporativos del primer trimestre.
La BMV estuvo en línea con el comportamiento de la bolsa de Nueva York, que registró ganancias desde el inicio de sesión, satisfecha con los datos de inflación y también impulsada por buenos resultados de Alphabet y Microsoft, que comienzan a obtener beneficios de sus inversiones en inteligencia artificial.
El Dow Jones ganó 0.40 por ciento, el tecnológico Nasdaq 2.03 por ciento y el Standard and Poor’s (S&P) 500 subió 1.02 por ciento.
El yen marca un nuevo mínimo de 34 años
El yen se desplomó a mínimos de más de 34 años frente al dólar estadunidense, después de que el Banco de Japón mantuvo sin cambios las tasas de interés al finalizar su reunión de política monetaria de dos días, aunque apuntó a futuras subidas.
El dólar alcanzó 157.795 yenes, tras los datos estadunidenses sobre la inflación, lo que representó el nivel más alto de la paridad dólar-yen, desde junio de 1990. Los actores del mercado están alerta ante una posible intervención por parte de las autoridades japonesas para apuntalar su moneda.