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En la mañanera de ayer el Presidente se refirió a la campaña de Tv Azteca.Foto Cuartoscuro
26 de abril de 2024 07:53

Para el deudor de más de 63 mil millones de pesos en impuesto evadidos (algo así como 28 por ciento de la fortuna que le reconoce la revista especializada Forbes), bien vale utilizar una concesión del Estado para armar una campaña por demás sucia y utilizarla como ariete en contra de quienes, legalmente, osen cobrarle esa voluminosa cantidad que, por ley, le corresponde a la nación. Eso, y algunos milloncitos más (tanto como mil 800) que su Afore se niega a entregar al Instituto Mexicano del Seguro Social. Ello, sin olvidar concesiones mineras canceladas, un campo de golf que no es de su propiedad y muchísimo más detalles adicionales.

Parece que al tercer hombre más rico del país se le derrumba su muy personal estilo de hacer lo que él llama negocios, siempre a costillas de la nación (impuestos no pagados, privatizaciones, concesiones, contratos públicos, Fobaproa, subsidios cambiarios, etcétera), desde que su amigo Carlos Salinas de Gortari, junto a su hermano Raúl, decidió entregarle, en 1993 lo que fue el Instituto Mexicano de la Televisión (Imevisión), hoy Tv Azteca.

En 1994 Salinas Pliego apareció por primera vez en el inventario de multimillonarios autóctonos (gracias a la privatización de Imevisión, que compró con un crédito, nunca pagado, de Raúl Salinas de Gortari y Carlos Peralta) y Forbes le atribuyó una fortuna de mil 200 millones de dólares, con lo que ocupó el escalón número 13 de 24 posibles, casi todos ellos asociados al mismo negocio: el Estado. Treinta años después, esa cantidad se incrementó mil por ciento.

Cerca del 30 por ciento de esa fortuna (63 mil millones de pesos) es lo que el cavernícola del Ajusco está obligado a pagar al Servicio de Administración Tributaria (SAT), pero se niega, hace berrinche, chantajea, amenaza y arma campañas sucias (que para ello tiene una concesión del Estado), siempre con el silencioso cuan solidario apoyo de sus amigos en el convenientemente parsimonioso Poder Judicial, en donde igual le esconden y congelan, por meses, los expedientes acusatorios (¡saludos!, ministro Luis María Aguilar Morales) que olvidan pronunciarse, dar su fallo, sobre el citado delito fiscal que data desde tiempos de otro impresentable: Vicente Fox, aunque sus sucesores hicieron lo mismo.

Pero Salinas Pliego se topó con pared, se acabaron los sexenios del cambalache, del intercambio de favores, y ya no sabe ni qué hacer, salvo utilizar descaradamente su televisora concesionada (en donde mantiene a su equipo de achichincles a quienes ordena qué decir, a quién pegar y con qué intensidad, y él lo reconoce) para golpear, amenazar y chantajear.

Ayer lo recordó el presidente López Obrador: en apenas unos meses, de la fétida pantalla de Tv Azteca han salido, cuando menos, cuatro grandes campañas sucias (que no las últimas): contra los comunistas libros de texto gratuito; a favor de su campo de golf en Huatulco (en realidad, propiedad de la nación); contra el robo del Estado por querer recuperar la citada deuda fiscal, y ahora se va a la yugular de los gobiernícolas por el atraco del Fondo de Pensiones del Bienestar (en los hechos, el atracador es él que se niega a entregar al IMSS cerca de mil 800 millones de pesos por cuentas inactivas en otra de sus concesiones del Estado (Afore Azteca), porque, jineteado, ese monto obtiene pingües rendimientos, siempre, como acostumbra, con dinero ajeno (tanto como 203 millones de pesos, sólo el año pasado, que sin más se embolsó).

Entonces, dice el mandatario, estoy en contra de la riqueza mal habida, de quienes de la noche a la mañana se hacen inmensamente ricos o incrementan sus fortunas al amparo del poder público mediante la corrupción, y en este tenor Salinas Pliego ha utilizado la concesión de Tv Azteca (desde los tiempos del chupacabras a la fecha) como ariete para proteger sus intereses y obtener todo tipo de beneficios. Y eso no es libertad de expresión.

Las rebanadas del pastel

Demasiado circo para una demanda laboral que le provoca escalofríos: el secretario del Trabajo, Marath Baruch, envió a cinco abogados –también participó uno del INDEP– para intentar resolver un asunto muy espinoso para él. Pero ni así. Se trata de la presentada por la ex directora de Notimex, Sanjuana Martínez, a quien pretende liquidar con menos de 10 por ciento de lo que por ley le corresponde, y ayer la audiencia no se llevó a cabo por una chicana, aunque la nueva cita es dentro de 15 días. Entonces, que aceite bien a sus leguleyos, porque hay otras 20 en lista de espera.

X, antes Twitter: @cafevega

 
 

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