Ciudad de México. En una nueva descalificación al informe del Departamento de Estado de Estados Unidos sobre la situación de los derechos humanos en México, el presidente Andrés Manuel López Obrador elevó el tono de sus críticas al calificar a quienes lo elaboraron de mentirosos e irresponsables. Es un documento muy superficial, sin sustento y carente de pruebas, además de adolecer de fundamento legal: qué tienen ellos que meterse en las diferencias que tenemos con el Poder Judicial. ¿Quiénes son ellos para intervenir?
En conferencia, consideró que en el seno del gobierno de Estados Unidos hay posturas muy contradictorias, desde quienes pugnan por la mayor colaboración en la relación bilateral e intensificar la integración económica hasta quienes son muy prepotentes que conforman una derecha internacional
que respalda a grupos afines en otros países, en el caso de México, la organización de Claudio X. González.
A pesar de sus cuestionamientos al Departamento de Estado, subrayó la relevancia que tiene la relación bilateral para ambos países, cómo resolvemos mantener esta integración económica con respeto a nuestras soberanías. Es un proceso nuevo, cómo hacerlo enfrentando estos exabruptos, cómo los vamos convenciendo a todos ellos que tienen que actuar con respeto, (...) nos necesitamos, nos complementamos, sólo que tienen que aprender a respetarnos
.
Para López Obrador, la emisión de este informe es una violación flagrante al derecho internacional, a la independencia y soberanía de los pueblos, que muestra el anquilosamiento de la política exterior de Estados Unidos. Sostuvo que hay sectores que no cambian y asumen todavía posturas muy prepotentes.
Advirtió de las contradicciones y divergencias que existen entre las diversas instancias de gobierno de Estados Unidos. Las posturas que asume la Casa Blanca pueden ser diferentes a las que fija el Departamento de Estado o la Agencia Antidrogas (DEA, por sus siglas en inglés) o la CIA (Agencia Central de Inteligencia), incluso el Departamento de Justicia y el Poder Judicial.
Ya se identificó a los golpeadores
“Esto explica la difusión de estos comunicados manejados por la derecha internacional. Es una instancia apoyada en Estados Unidos, ya sabemos, esos son los golpeadores, los halcones vinculados con las mafias de los países (…) no nos preocupa porque tenemos relaciones con los que tienen una política de respeto a México, y entre ellos incluyo al presidente Joe Biden.”
En esta lógica, destacó, fue la postura inicial que fijó el Departamento de Estado con respecto a la toma de la embajada de México en Ecuador que fue insustancial, contradictoria y ambigua porque están buscando alcanzar un plan con ese país para combatir al narcotráfico similar al Plan Colombia o al Plan Mérida.
No obstante, reconoció López Obrador, para México ha sido muy importante en su éxito económico la inversión extranjera y su relación con Estados Unidos. Por ello se debe establecer con mucha claridad:
Cooperación económica, sí; integración económica, sí; ayudarnos mutuamente para fortalecer América del Norte y a toda América, sí; cooperación para el combate al narcotráfico y que ayudemos humanitariamente a que no se padezcan esas pandemias de consumo de fentanilo en Estados Unidos que tanto dolor, que tanta muerte provocan, sí; buscar soluciones de fondo al problema, al fenómeno migratorio, sí; pero respeto a la soberanía
. Son inadmisibles posturas injerencistas y poco respetuosas hacia México, concluyó.