Al Sistema Universitario Jesuita (SUJ) “preocupa que el dolor de las víctimas (de la violencia) sea politizado para servir a propósitos electorales”, planteó Luis Arriaga Valenzuela, rector de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México.
En la presentación de la Agenda Balance y el libro Alternativas hacia la paz con reconciliación: propuestas desde el SUJ, el jesuita indicó que “a lo largo de los últimos 18 años hemos vivido a la sombra de una serie de violencias culturales, estructurales y directas que han quebrantado los derechos de las personas en nuestros país”.
Acotó que el asesinato el 30 de junio de 2022, en Cerocahui, Chihuahua de los religiosos jesuitas Javier y Joaquín, “es una muestra de esta realidad”, la cual “nos unió en el dolor con miles de víctimas en todo México”.
Aseguró que “construir la paz con justicia y reconciliación, no solo es deseable para Mexico, sino que ante todo es algo posible y necesario” y rechazo la militarización de la seguridad en el país.
Mario Patrón, rector de la Ibero Puebla, aseguró que “México es un país de víctimas de violencia”, lo que se relaciona con el “socavamiento de la institucionalidad pública, por eso entendemos que no hay paz con reconciliación sin la tríada de verdad, justicia y reparación”.
Tras señalar que persiste “el reto de pacificar a nuestro México herido”, expuso que el actual momento “es crucial para el país, porque vivimos el proceso electoral más relevante en la historia de México”, y con ello la posibilidad de emprender mejores estrategias para abordar la inseguridad.
En ese marco aseguró que la “Agenda Balance es una llamda a los actores políticos que hoy están en campaña, es un llamado respetuoso a que llevamos prácticamente ya dos décadas, 18 años, sin que México logre una política sostenida de Estado para la pacificación. “Hemos tenido distintas estrategias más enmarcadas en la capacidad de reacción del Estado frente es la violencia y han pasado distintos sellos políticos que han gobernado al país, y nuestra interpretación es que con independencia de los colores políticos, ninguno ha logrado un proceso sostenido de pacificación del país”.
Añadió que ahora “se empieza a lograr que ciertos índices delictivos comiencen a descender, pero indudablemente es insuficiente. Lo que advertimos es que eso no se traduce en una política integral de Estado que permita en algunas parcelas del país rescatar territorios perdidos, y en otras parcelas del país, proteger territorios frente a la posible incursión de la violencia”.
Aparte la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) hizo hoy un “urgente llamado a la paz y al rechazo de la violencia”, porque “no podemos ignorar la preocupante realidad que enfrenta nuestra sociedad con la implementación de una cultura de muerte y violencia a través de la narco cultura que se difunde en las redes sociales, imágenes violentas, cultos distorsionados como el de la Santa Muerte y amedrentamientos digitales”. Sostuvo que “esta propagación de contenido dañino está distorsionando los valores fundamentales que nos han caracterizado como nación y erosionando el tejido social”.
Ante ello, “como Iglesia, denunciamos enérgicamente esta glorificación de la violencia y hacemos un llamado a todos los sectores de la sociedad para que se unan en un rechazo total a estas prácticas destructivas”.
Aseguró que se debe “optar por recuperar y restaurar al México que siempre ha sido conocido por expresar los valores de fe, familia, convivencia, tradiciones, gastronomía, poesía, pintura, arte y sitios maravillosos para compartir con el mundo. Nuestra nación debe engrandecerse por sacar lo mejor del ser humano, no por sucumbir a la oscuridad de la violencia”.