Madrid. El presidente del gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, decidió cancelar todas las actividades de su agenda a partir de hoy y hasta el próximo lunes para reflexionar si “vale la pena” seguir en el cargo o si, por el contrario, presentar la dimisión. El detonante de esta decisión, adoptada por sorpresa y dada a conocer a través de una carta abierta a la ciudadanía en sus redes sociales, fue la apertura de una investigación judicial contra su esposa, Begoña Gómez, señalada por los delitos de tráfico de influencia y corrupción.
“Necesito parar y reflexionar. ¿Merece la pena todo esto? Sinceramente no lo sé. Me urge responderme a la pregunta de si debo continuar al frente del Gobierno o renunciar a este alto honor”, señaló Sánchez en la misiva, después de una sesión parlamentaria en la que tanto el derechista Partido Popular (PP) como la extrema derecha de Vox le cuestionaron su responsabilidad en la actuación de su esposa, que según una serie de investigaciones periodísticas utilizó su posición para negocios personales y para auxiliar a empresarios afines con rescates con fondos públicos.
A juicio del mandatario español, tanto el PP como el PSOE activaron “la maquina del fango”, traspasando “todas las líneas rojas” al atacar a su entorno familiar en la lucha política. Y más aún cuando estas denuncian ya están en los juzgados, después de una querella criminal presentada por el sindicato de ultraderecha Manos Limpias, que también ha sido acusación popular en otros casos de presunta corrupción política, como fue el de la hija y el yerno del Rey, Cristina de Borbón e Iñaki Urdangarín.
En su carta, Pedro Sánchez acusa a PP y Vox de impulsar una estrategia de “acoso” en su contra: “Se trata de una operación de acoso y derribo por tierra, mar y aire, para intentar hacerme desfallecer en lo político y en lo personal atacando a mi esposa. Esta estrategia de acoso y derribo lleva meses perpetrándose. Por tanto, no me sorprende la sobreactuación del señor (Alberto Núñez) Feijóo y el señor (Santiago) Abascal. En este atropello tan grave como burdo, ambos son colaboradores necesarios junto a una galaxia digital ultraderechista y la organización Manos Limpias. De hecho, fue el señor Feijóo quien denunció el caso ante la Oficina de Conflicto de Intereses, pidiendo para mí de 5 a 10 años de inhabilitación para el ejercicio de cargo público. La denuncia fue archivada doblemente por dicho organismo, cuyos funcionarios fueron descalificados posteriormente por la dirigencia del PP y de Vox. Seguidamente, instrumentalizaron su mayoría conservadora en el Senado, impulsaron una comisión de investigación para, según dicen, esclarecer los hechos relacionados con este asunto. Como es lógico, faltaba la judicialización del caso. Es el paso que acaban de dar”.
La decisión de Sánchez provocó un torbellino político en España, que está en vilo ante lo que decida su presidente en los próximos días.