Ciudad de México. De 1956 al 2023, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) tiene registradas apenas 8 mil 993 personas desaparecidas, de acuerdo con las quejas que ha recibido este organismo desde hace 17 años.
Si bien el número de casos es menor al Registro Nacional de Personas Desaparecidas y no Localizadas (RNPDNO), que asciende a 112 mil personas en esta condición, los registrados por el organismo que encabeza Rosario Piedra Ibarra derivan de los reportados a través de las quejas presentadas ante la CNDH en el Sistema de Información Nacional de Personas Extraviadas y Fallecidas no Identificadas (SINPEF), creado en el año 2007, puntualizó.
Al presentar el Informe Especial: Estudio Geoestadístico de la Atención de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos a Personas Desaparecidas, la CNDH señaló que en 2011 tuvo el mayor registro con mil 944 casos, los cuales –indicó– corresponden a la desaparición de personas integrantes de organizaciones como el Partido de los Pobres y de la Liga Comunista 23 de Septiembre, entre otras.
Explicó que el incremento de casos registrados en ese año se debió a que entre 2009 y 2011 “las desapariciones se triplicaron” e inició “con mayor cotidianidad” el hallazgo de fosas clandestinas.
El documento señala que entre 2019 y 2021 se registraron, mediante las quejas presentadas ante la CNDH, 2 mil 146 casos de personas desaparecidas.
Sin embargo, aclaró que este aumento en los registros del SINPEF responde únicamente a la “inclusión de una mayor cantidad” de casos de años previos que la CNDH “no había tenido conocimiento hasta la presente administración”.
Del registro de casi 9 mil personas desaparecidas, se identificaron mil 716 personas víctimas de desaparición forzada.
De acuerdo con el SINPEF, compuesto por 7 mil 544 expedientes resguardados en el Archivo del Programa de Personas Desaparecidas (PERDES), el mayor registro de personas desaparecidas en los setentas ascendió a 216 personas en esa condición en 1974.
La CNDH apuntó que el pico que se identifica en este año “evidencia la institucionalización de la desaparición forzada durante el periodo de violencia política de Estado, situación que continúa hasta los años 90 y que se explica por la continuidad del PRI en el poder y la estrategia represiva de esa época”.
De los datos recabados a partir de 2007 con el SINPEF, se identificaron que en 2009 hubo 378 desapariciones; en 2010, 723; en 2011, 917; en 2012, 550; en 2013, 568, y en 2014, 551 personas en esa condición.
Esta tendencia, señaló el organismo nacional, responde a “las repercusiones de la llamada guerra contra el crimen organizado emitida por Felipe Calderón (que) impactan especialmente en el incremento de desapariciones”.
Cabe mencionar que la CNDH reporta en su informe 987 casos “sin dato”, es decir, que carecen de registro de año de desaparición, debido a que muchos de estos casos son de larga data y/o fueron reportados por colectivos de familias buscadoras sin que se pudiese realizarse contacto directo con las víctimas indirectas.
El documento señala que la mayoría de las personas desaparece en promedio a los 31 años de edad, sin distinción del género, y esto se debe a que “son personas aptas para el trabajo en todo tipo de economías”, incluida las ilícitas.
Por entidad federativa, Tamaulipas es el estado con mayor número de desapariciones, con mil 74 personas reportadas ante la CNDH, seguido por Guerrero con mil 19; Veracruz con 836 y Jalisco con 808.
Cabe señalar que en Guerrero el grueso de los datos corresponde al “periodo de represión y violencia política de estado (1956 a 1990)”.
La CNDH señaló que la desaparición de personas que actualmente se padece en México “es efecto de un pasado de represión política de extrema violencia incrementado por condiciones de empobrecimiento y desigualdad”.