Tokio. Japón declaró el martes, por segundo mes consecutivo, que la economía se encuentra en una fase de recuperación moderada a pesar de los signos de estancamiento, lo que subraya la preocupación por la debilidad del consumo privado, que representa más de la mitad de la economía y es la clave del crecimiento.
El informe económico mensual de la Oficina del Gabinete siguió a una serie de indicadores económicos débiles que sugerían que cualquier recuperación del bajo crecimiento observado a finales del año pasado sería lenta, dada la falta de fuerza de la demanda externa e interna.
La economía japonesa se está recuperando a un ritmo moderado, aunque últimamente parece estar haciendo una pausa”, señaló el informe, del que se informó a una reunión de 28 miembros de los ministerios pertinentes y al gobernador del banco central.
No introdujo cambios en la valoración general, ni en la de cada componente, salvo en la opinión de las empresas sobre las condiciones empresariales, que están mejorando pero se ven afectadas por la suspensión de la producción y los envíos de algunos fabricantes de automóviles.
Más que la probable parada temporal de la actividad fabril, los analistas consideran que la debilidad del consumo privado debe ser motivo de preocupación para el Banco de Japón, que el mes pasado puso fin a los tipos negativos a la espera de un ciclo de salarios e inflación duradera.
Se espera que el banco central se mantenga firme en su revisión de política monetaria de dos días que finaliza el viernes, en la que dará nuevas previsiones sobre el producto interno bruto (PIB) y la inflación mientras calibra el impacto de la debilidad del yen.
Los analistas consideran que los responsables de política monetaria japoneses están a punto de intervenir en el mercado de divisas para apuntalar el yen.
El yen cotizó el martes en el rango superior de 154-155 por dólar, un nivel inédito desde la época de la burbuja de los años noventa.