Ciudad de México. La economía mexicana ha mostrado una “fortaleza notable” en un entorno internacional complejo, ha crecido durante tres años seguidos por encima de su promedio histórico, debido a que en la actual administración se promovieron “cambios estructurales en serio”, sostuvo Rogelio Ramírez de la O, secretario de Hacienda y Crédito Público, en la conferencia del Consejo de las Américas, en la Ciudad de México.
“Subrayo el término ‘en serio’ porque este es un diseño (económico) propio de mexicanos”, enfatizó el funcionario. Un posicionamiento que, al menos en el discurso, da por sepultada la política económica que México siguió por alrededor de tres décadas y que se basó en seguir las directrices emanadas del Consenso de Washington, del llamado corte neoliberal.
“Hace muchos años, México siguió con el resto de América Latina un recetario de ajuste estructural que se basó en el Consenso de Washington porque así era la problemática muy común de los países de América Latina, pero hace ya muchos años que cada país está enfrentando situaciones distintas”, recalcó Ramírez de la O, durante su presentación.
Se conoce como Consenso de Washington a un decálogo de medidas promovidas por organismos internacionales, liderados por el Fondo Monetario Internacional, a finales de la década de los 80 del siglo pasado. Entre otras recomendaciones, hacía énfasis en la disciplina fiscal; el crecimiento de la base tributaria; la liberalización de las tasas de interés; la libre flotación del tipo de cambio y la liberalización del comercio internacional (eliminación de aranceles y contingentes).
Frente al público del Consejo de la Américas, el secretario destacó que el modelo económico que ahora se implementa en el país –que es de diseño y manufactura mexicana– se basa en cuatro pilares de crecimiento: mejorar los ingresos de la población más vulnerable, desarrollar proyectos regionales en las zonas más relegadas del país, reforzar las políticas económicas por el lado de la oferta y tener finanzas públicas balanceadas.
Ramírez de la O dedicó más tiempo a hablar de la política de mejorar el ingreso de la personas más vulnerables, debido a que, dijo, ha ayudado a consolidar el consumo como uno de los mayores propulsores del crecimiento en el país, pues este indicador ha tenido crecimientos por encima de su promedio histórico y ahora representa alrededor de 67 por ciento del producto interno bruto (PIB).
Al margen del posicionamiento de política económica, el secretario de Hacienda agregó que también la economía mexicana se está beneficiando de la relocalización de cadenas de suministro, de los tratados comerciales que le abren un camino directo a decenas de mercados y a sus propios fundamentales macroeconómicos, a tal grado que la inversión extranjera directa podría superar este año el flujo histórico que alcanzó en 2023.
A meses de que acabe la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador –que hasta este 2024 se había regido por una política de disciplina fiscal, incluso en el periodo más crítico de la pandemia de coronavirus– el secretario ha hecho más de una intervención pública enfatizando que se dejaron atrás los recetarios de hace tres décadas promovidos por los organismos financieros.
Hace poco más de una semana, frente a consulta del Atlantic Council por un déficit público previsto en 5.9 por ciento al cierre de este año y que rompe con la política que se había priorizado en los primeros años de este sexenio, Ramírez de la O acentuó que en la actual administración “no estamos copiando el marco de los 90” (bit.ly/49OrUWG).