Ciudad de México. La modificación a la Ley de Amnistía abre un espacio de tiempo para que se puedan iniciar los procesos de justicia y paz en México, al complementarse con las reformas aprobadas en la Ley de Amparo, afirmó el especialista en pacificación y certificado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Sergio Ramírez Muñoz.
Ante la aplicación del beneficio del perdón, explicó, no habrá acto de las autoridades que pudiera suspenderlo, en consecuencia, la libertad de una personas sentenciadas o bajo proceso penal, sería inmediata, una vez cumplidos los requisitos.
La importancia por ello de dar amplias facultades para que desde el Poder Ejecutivo se puedan tomar las decisiones necesarias, en las cuales se pueda aplicar este perdón, que es el inicio de un proceso que podría tener similitudes a lo que es un proceso de justicia transicional, señaló.
Consideró esta medida como un avance para la pacificación, porque en esos casos el enjuiciado o el sujeto en un proceso penal pueda ofrecer elementos suficientes al Estado Mexicano, para una reparación integral del daño a las víctimas, aceptación de la comisión, de los delitos y acuerdos de no repetición de la conducta.
Además esa modificación puede ayudar para conocer la verdad en casos importantes para el Estado mexicano, podrían salir de prisión personas acusadas en casos de alto impacto como Ayotzinapa, y se dejaría plasmado en la historia lo que serán los inicios de los procesos de pacificación en México, dijo.
Señaló que, “vivir en un ambiente sin persecuciones en el que los mexicanos también se sientan nuevamente protegidos y tranquilos, bajo la seguridad de que este criterio no cambiará con la llegada de nuevas ideas, es un compromiso que hoy se cumple con el auxilio de la llamada Ley del perdón”.
Con la creación de esta ley en 2020, la pacificación pasó de ser aplicable únicamente en casos de sentencias condenatorias, a ser posible también para aquellas procesadas, pues ya no es exigible que ante la ley, la sociedad y la moral, la persona beneficiada sea culpable de un delito para poder aplicar el beneficio.
El 18 de abril, en “un hecho de precedente histórico, se logró que además del beneficio del proceso, sin necesidad de la sentencia y culpabilidad, la ley del perdón, conocida como Ley de Amnistía, pueda aplicarse en beneficio de los procesados o sentenciados ante cualquier delito, incluso aquellos catalogados como graves”, destacó Sergio Arturo Ramírez.