Ciudad de México. Con un templete de “pesos pesados”, Claudia Sheinbaum volvió, en campaña, a las alcaldía de sus “querencias”, Tlalpan, donde fue jefa delegacional entre 2015 y 2017.
Un día después del “debate chilango”, la referencia al desempeño de Clara Brugada fue obligado. Sheinbaum dijo que vio una parte del debate y elogió la “valentía” con la que la aspirante a gobernar la capital enfrentó al “cártel inmobiliario”.
Se trata, aseguró, de un grupo -el encabezado por Jorge Romero en el Partido Acción Nacional- “de derecha, represor, que no cree en las libertades” y que llegó al gobierno “solo para enriquecerse”.
Al representante de ese grupo, Santiago Taboada, fue a quien enfrentó Brugada en el debate de la noche anterior. Sheinbaum se sumó al arropamiento de Morena a la ex alcaldesa de Iztapalapa: “Es mi amiga, pero es mucho más que eso. Ha sido mi compañera de lucha durante décadas”.
En el escenario, con la fachada de la alcaldía tlalpense a sus espaldas, acompañaron a la aspirante presencial sus adversarios en la contienda interna, Marcelo Ebrard, Ricardo Monreal y Manuel Velasco, además de los dirigentes de Morena y candidatas y candidatos a diversos cargos.
“Aquí está mi corazón”, dijo la candidata académica, antes de recordar que en 2014, hace diez años, comenzó a tocar puertas en esta demarcación, para informar a los vecinos que estaban haciendo un nuevo partido. “Trabajaba por las mañanas en el Instituto de Ingeniería y por las tardes veníamos a recorrer casa por casa. ¿Quién creía que íbamos a ganar la alcaldía?”
De Tlalpan, Sheinbaum salió para buscar la candidatura a jefa de Gobierno por lo que, dijo en la noche lluviosa, le quedaron pendientes que atenderá desde la presidencia de la República, como un cablebús del Ajusco al Metro Ciudad Universitario.
A tono con la coyuntura dijo que nadie esperaba la prolongada sequía que aqueja al país pero que ya “tenemos un plan” para atender la escasez de agua en todas las alcaldías de la ciudad.
Por su parte, la candidata al gobierno de la ciudad, Clara Brugada, reiteró algunas promesas de campaña y los elogios al presidente y la candidata.
La primera oradora fue Gabriela Osorio, una de las nueve candidatas que fueron derrotadas en 2021 (en este caso por la perredista Alfa González) y la única repetidora en la candidatura (le sacaron 7 mil votos de ventaja).
Osorio recordó que fue aquí donde Sheinbaum creció políticamente y criticó a los actuales gobernantes que “ni viven aquí, ni les duelen nuestros problemas”. El lema de Osorio son dos números, pues ofrece, en su propaganda y discursos, trabajar “24/7”.
A poco más de un mes de los comicios y en víspera del segundo debate, Sheinbaum sigue con una amplia ventaja que las encuestas, otrora oráculo inapelable hoy puesto en duda por más de un opinócrata.