Quito.La jornada electoral ecuatoriana tuvo de todo: cortes de energía, asesinatos, motín carcelario, deslaves, puentes caídos y un sinnúmero de incidentes que, eso sí, no impidieron la participación ciudadana en un 72% de los inscritos para la Consulta Popular y Referéndum, propuestos por el presidente Daniel Noboa.
Este plebiscito contenía tres temáticas: militarización y reforma penal, flexibilización laboral y resolución de conflictos con empresas transnacionales. Y si en las dos últimas perdió Noboa, los analistas consideran que la derrota política fue para el gobierno. Aunque la reacción del mandatario andino, vía Instagram fue lacónica: “Hemos defendido al país, ahora tendremos más herramientas para luchar contra la delincuencia y devolverle la paz a las familias ecuatorianas”.
Si bien todavía no se concretan cambios en su gabinete, anoche Noboa pasó a su ministra de Gobierno, la mexicana de origen, Mónica Palencia, al ministerio del Interior y en su lugar colocó al jefe actual de la Inteligencia, Michele Sensi Contugi. Fuentes de la Presidencia indicaron que esta semana habría otros movimientos en su equipo, que podrían ser en las áreas de Trabajo y de Comunicación.
Es que ya lo advertían los sondeos de opinión hasta el sábado pasado: en las dos preguntas medulares, dentro del esquema “ultraneoliberal”, los electores dijeron NO. Según los resultados oficiales preliminares, en la pregunta D (“¿Está usted de acuerdo que el Estado ecuatoriano reconozca el arbitraje internacional como método para solucionar controversias en materia de inversión, contractuales o comerciales?”), la negativa superó el 63%, frente al 37% por el Sí.
De la misma manera, en la pregunta E que establecía si “¿Está usted de acuerdo con enmendar la Constitución de la República y reformar el Código de Trabajo para el contrato de trabajo a plazo fijo y por horas, cuando se celebre por primera vez entre el mismo empleador y trabajador, sin afectar los derechos adquiridos de los trabajadores”, el NO habría superado el 66%, mientras que el Sí habría logrado el 34%.
En el resto de las preguntas el Sí ganó sin la distancia que anunciaron algunas empresas de sondeos de opinión. Cabe recordar que eran 11 preguntas. Una de reforma parcial a la Constitución, cuatro de referéndum a la Constitución (de las cuales el Gobierno tuvo un revés en las dos antes mencionadas) y seis de consulta popular.
Con esto, a decir de los expertos en temas laborales y de arbitraje internacional para divergencias sobre inversiones extranjeras, el pueblo ecuatoriano rechazó un anhelo de los sectores empresariales y de las élites oligárquicas. De hecho, la adopción de un sistema laboral por horas habría sido un acontecimiento único en América Latina. La abogada en tópicos laborales, Silvia Bonilla, le dijo a La Jornada que con esto se frena la precarización para los trabajadores, pero sobre todo le dice al gobierno que no acepta la regresión de derechos, garantizados en la Constitución aprobada en el año 2008.
Por su lado, el experto en los tratados bilaterales de inversión, Christian Pino celebró la decisión de la ciudadanía, pues de haberse aprobado el arbitraje internacional los únicos beneficiados habrían sido los empresarios ecuatorianos que tienen sus negocios en paraísos fiscales y en el exterior, además de las grandes transnacionales, como Chevrón Texaco, que tiene procesos contra Ecuador y que habrían significado pagos por 10 mil millones de dólares.
Y los dos principales promotores del NO en este evento electoral, el expresidente Rafael Correa y el líder de la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie) Leonidas Iza, coincidieron en que las preguntas referidas a mayores garantías a los militares para la lucha antidelincuencial, no tenían razón de ser y con la decisión ciudadana ahora Noboa debe demostrar si efectivamente esa era su verdadera preocupación en esta Consulta, pues “ya no tiene pretextos” para luchar contra el crimen organizado.
Incluso, en el discurso de inauguración del proceso electoral se percibió la desazón de Noboa. Su tono de voz y sus referencias a los temas más polémicos evidenciaron poco entusiasmo sobre el resultado.
A las 06:30 de dijo: “Hoy sepultaremos el viejo país de violencia, angustia y pobreza. Miraremos de frente a un nuevo Ecuador”. Y en un tono más conciliador, muy distinto a todo lo exprado en las dos últimas semanas, Noboa instó a dejar atrás las banderas políticas y el odio cuando resaltó: “Hay que poner a un lado las diferencias de ideas o rencillas y cubrirnos con la bandera del Ecuador”. Y al conocer los resultados, diluyó su tono triunfalista: “Ahora tendremos más herramientas para luchar contra la delincuencia”, pero no dijo nada de las dos en las que perdió.
En el balance general quedaron dos datos relevantes: baja participación. Siendo el voto obligatorio apenas llegó a las urnas un 72% de los empadronados, nueve puntos menos de los que intervinieron en la Consulta de febrero de 2023 y por ahora es la tercera más baja presencia en la historia electoral del Ecuador. Pero también bajó el porcentaje de apoyo a las preguntas relacionadas con la seguridad, pues la apuesta era superar el 80% y en promedio fue por debajo de 70%.
La presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Diana Atamaint, consideró que la poca afluencia pudo ocurrir por las inclemencias del clima que afectaron a casi todas las provincias costeras, parte de la Sierra centro, así como por los cortes de energía en ciertas poblaciones. Pero también hay quienes destacan, como los alcaldes y prefectos de las zonas afectadas por los torrenciales aguaceros, la imposibilidad de movilizarse pues hubo cortes de carreteras, hasta un puente que se partió en dos en la provincia de Guayas, entre otras razones.
Lo que también pudo ahuyentar a ciertos votantes en la provincia de Manabí fue el asesinato de Damián Parrales Merchán, director de la cárcel El Rodeo. Recibió varios disparon en la cabeza mientras almorzaba con su familia en un restaurante en la ciudad de Jipijapa. Y por otro lado, también un motín carcelario en la provincia de Los Ríos (con cuatro heridos de gravedad), que alertó a los pobladores, en previsión de un arremetida policial, como ha ocurrido en otras ocasiones, generando pánico y obligando a los vecinos a refugiarse en sus hogares.