Próximamente publicaré un libro que escribí junto a mi hermano Francisco Ortiz y que reúne nuestras experiencias y visiones acerca de distintos hechos, las cuales hemos contado a lo largo de los sexenios que hemos vivido desde nuestra infancia.
Mi hermano y yo pertenecemos a la misma generación marcada más o menos desde el colapso político del sistema priísta con la matanza en Tlatelolco en 1968 hasta el gobierno de Miguel de la Madrid (1982-1988), cuando las tendencias conservadoras se hacen mucho más fuertes y un segmento de la clase política tecnócrata desplazaba a los políticos del estilo antiguo. Entre mis 60 y 75 años (2003-2018), vimos el difícil tránsito de un régimen político autoritario y corrupto a una alternancia fallida, y después lo que nos toca vivir ahora: un cambio de régimen, cuyo destino no está claro en el momento en que escribimos mi hermano y yo nuestros recuerdos, justo en medio de la sucesión presidencial de 2024.
Por nuestras actividades políticas y periodísticas, mi hermano y yo pertenecemos a un grupo que podría ser considerado minoría selecta
, como describe Ortega y Gasset. Esto, que podría parecer presuntuoso o pedante, queda sustentado con ciertos datos. Ambos estamos en el Diccionario de escritores mexicanos, Siglo XXI, página 406; en el libro Sistema político mexicano: antología de lecturas, y en la obra Milenios de México: Diccionario enciclopédico de México, de Humberto Musacchio. También en Wikipedia, la enciclopedia digital más grande de la historia.
Mi hermano estuvo con Julio Scherer García en los momentos estelares de Excélsior y después en el nacimiento y desarrollo de Proceso. Ha escrito varios libros y fue reconocido con distinguidos premios como mejor reportero. Yo fui consejero ciudadano en el primer momento de la ciudadanización del IFE y después fui secretario de Gobierno, cuando AMLO fue jefe de Gobierno de la Ciudad de México. Luego fui diputado federal y en 2019 asumí la Fiscalía Especializada en materia de Delitos Electorales.
En este libro, el lector podrá observar cómo nuestra visión política parece identificarse a lo largo de nuestras vidas, siendo ésta la constante lucha por la democracia. Sin embargo, esta visión que pareciera conjunta se divide a raíz de la entrada en la política mexicana de un personaje: Andrés Manuel López Obrador, de quien ambos escribimos desde visiones totalmente disímbolas. Mi hermano, por un lado, reprueba a ese personaje, mientras yo lo apoyo.