Ciudad de México. El peso y la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) culminaron este viernes una semana de pérdidas debido a crecientes preocupaciones sobre un escalamiento de las tensiones en Medio Oriente y el persistente temor que la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) mantenga sus tasas de interés altas por más tiempo.
La última sesión de la semana estuvo marcada por un ataque de Israel sobre territorio iraní en los primeros minutos del viernes, lo que avivó una ola de ventas de activos de riesgo, entre ellos el peso mexicano, el cual llegó a desplomarse más de 5 por ciento a 17.9040 unidades.
Al cierre de las operaciones interbancarias, el peso logró disminuir las pérdidas, al cerrar en 17.11 unidades por dólar. No obstante, cedió 6 centavos (0.35 por ciento) respecto al cierre del jueves y 46 centavos (2.77 por ciento), frente al viernes de la semana previa, con lo que anotó su peor desempeño semanal desde octubre del año pasado y analistas coincidieron en que en el corto plazo los inversores continuarán muy atentos al conflicto en Medio Oriente.
“La incertidumbre predominará hasta que haya pruebas contundentes de que no habrá un escalamiento de las tensiones”, dijo Masari Casa de Bolsa, en una nota para sus clientes. “El tipo de cambio va a estar influido por las noticias que vayan saliendo de la región”, agregó.
La firma Actinver señaló que un agravamiento del conflicto exacerbaría la volatilidad y la búsqueda de seguridad en instrumentos como el dólar y los bonos del Tesoro. Por el contrario, si la situación no escala, el peso se estabilizaría en niveles en torno a 17.00-17.30 unidades.
A nivel local, la moneda mexicana encontró apoyo en un informe que mostró que las ventas minoristas crecieron en febrero después de tres meses de caídas, respaldando el argumento de que la marcha de la economía podría permitir al Banco de México mantener su política monetaria restrictiva, uno de los factores detrás de la fortaleza del peso.
Por lo pronto, en el mercado de monedas de Chicago (Chicago Mercantile Exchange), las posiciones especulativas a favor de una apreciación del peso se redujeron esta semana por primera vez desde mediados de marzo, reflejando la incertidumbre que prevalece en los mercados.
Por su parte, la BMV subió 0.22 por ciento a 55 mil 862.85 puntos, pero acumuló un declive semanal de 1.24 por ciento. Destacó en la sesión una caída de 4.13 por ciento a 36.25 pesos de los títulos de Kimberly-Clark de México, su peor sesión desde agosto de 2022, después de reportar en la víspera su reporte trimestral.
“Indicador del miedo” de Wall Street en máximos de seis meses
La Bolsa de Nueva York cerró dispar, lastrada por los grandes nombres del sector tecnológico, que se vieron arrastrados por las decepcionantes perspectivas de Netflix.
El índice industrial Dow Jones se mantuvo a flote y ganó 0.56 por ciento, al cerrar en 37 mil 986.40 puntos. Pero el Nasdaq, de mayoría tecnológica, cayó 2.05 por ciento a 15 mil 282.01 unidades y el ampliado Standard and Poor's (S&P) 500, que perdió por sexta sesión consecutiva, cedió 0.88 por ciento y descendió a 4 mil 67.2 puntos. Este último índice, el más representativo del mercado estadunidense, se situó debajo de la barrera simbólica de 5 mil puntos por primera vez desde febrero.
Un cóctel de ansiedad por las tasas de interés y tensiones geopolíticas mantuvo a la defensiva a los inversores bursátiles estadunidenses e impulsó el indicador de volatilidad más vigilado de Wall Street a su nivel más alto en medio año.
Luego que el S&P 500 perdió casi 5 por ciento desde su máximo histórico de finales de marzo, el índice de volatilidad Cboe superó los 20 puntos durante la noche, a medida que se intensificaban las tensiones entre Irán e Israel, para alcanzar su mayor nivel desde finales de octubre. (Con información de Redacción)