Ciudad de México. Las personas migrantes que atraviesan la ruta por México y América Central se encuentran en un estado de vulnerabilidad “sin precedentes”, alertó la organización internacional Médicos Sin Fronteras (MSF), que resaltó particularmente el incremento de casos de violencia sexual, “una de las formas más atroces” de agresión que enfrenta esta población.

Destacó que mientras en 2023, sus equipos asistieron a 232 sobrevivientes de ataques sexuales, en los primeros tres meses del 2024 suman ya 250, y reconoció que las cifras no reflejan totalmente la realidad, puesto que hay un subregistro.

Al presentar el informe Violencia, desesperanza y abandono en la ruta migratoria, María Laura Chacón, coordinadora médica adjunta de MSF, indicó que los secuestros se han relacionado mucho con las abusos sexuales.

Según el reporte, en Honduras y en el sur de Guatemala, la mayoría de los casos se relacionan con abusos cometidos en la selva del Darién, frontera entre Colombia y Panamá; pero en el caso del norte de Guatemala y México, tienen que ver “con abusos de las autoridades y secuestros en la ruta hacia la frontera con Estados Unidos”.

Indicó que en muchos ocasiones, el ataque sexual ocurre en grupos y se presenta en diferentes formas, como tocamientos, penetración y otras.

De los 232 casos reportados el año pasado, Chacón señaló que solamente el 10 por ciento fueron atendidos dentro de las 72 horas posteriores al evento, ello debido a que la ruta migratoria no siempre permite que las víctimas encuentren lugares donde sentirse seguras para hablarlo, porque también “tienen miedo de denunciar o reportar lo que vivieron o hay intimidación para que no lo hagan”.

Sin embargo, MSF destacó que la atención en menos de 72 horas “es vital para la prevención de enfermedades de transmisión sexual y otras afectaciones en la salud”.

En este sentido, advirtió que es preocupante la falta de atención médica en el momento oportuno. “Los casos de violencia afectan radicalmente a estas poblaciones especialmente vulnerables en sus condiciones físicas y emocionales. Es aún más lamentable constatar que muchas de estas personas huyen de sus países por motivos de violencia sólo para encontrarse con otros casos de violencia y sufrimiento en su camino, alentado por la esperanza de un mejor futuro”, manifestó.

Renata Viana, representante regional de incidencia de MSF, enfatizó que en México una situación preocupante son los secuestros de migrantes, “que representan una práctica delictiva de extrema violencia, y que puede provocar daños físicos, patrimoniales y sicológicos de consideración, incluso consecuencias irreversibles”.

Sobre todo se refirió al estado de Tamaulipas, donde las agresiones físicas y secuestros “comúnmente acompañados de otros tipos de vulneraciones, como amenazas y extorsiones, son en general reportados como cometidos por grupos criminales”.

En esta entidad, “ya reconocida por la situación de inseguridad, hemos documentado a lo largo de 2023, 230 casos de violencia con 775 víctimas, de las cuales 52 por ciento han sido mujeres y 22 por ciento niños, niñas y adolescentes”.

De hechos, dijo que en Guatemala han recibido casos de personas que dicen haber regresado de México debido a la violencia, “los informes son sobre todo de violencia sexual, secuestros y otros tipos de violencia física, pero también robos y extorsiones”.

En conferencia de prensa, MSF también informó que en 2023 registró más de 67 mil consultas de salud primaria y sicosocial entre Honduras, Guatemala y México, con un incremento en la presencia de familias enteras, y marcadamente un 36 por ciento de aumento de niñas y niños menores de cinco años atendidos, en comparación con 2022.

De las casi 3 mil 800 atenciones de salud mental en Honduras, Guatemala y México, 48 por ciento han tenido como principal diagnóstico el estrés agudo, seguido de casos de depresión (12 por ciento), ansiedad (11 por ciento), trastorno de estrés postraumático (8 por ciento), entre otros.

Indicó que en más de la mitad de las consultas iniciales en salud mental, la violencia ha aparecido como principal categoría de factor precipitante de la afectación emocional, seguido de la separación o pérdida de un miembro de la familia (32 por ciento) y de alguna condición médica (7 por ciento).

En términos de salud física, el informe hace hincapié sobre las enfermedades respiratorias y gastrointestinales.

Finalmente, MSF llamó a mejorar la respuesta médico-humanitaria en la región con el objetivo de atender las necesidades crecientes de salud y protección. Asimismo, reclamó un mejor manejo de la seguridad, la garantía del acceso sin discriminación, racismo y xenofobia a servicios esenciales para las personas migrantes, además de que se erradique la impunidad en casos de violencia, violencia sexual y trata de personas contra ellas.