Buenos Aires. En momentos en que las universidades están al borde del cierre en todo el país, ante la el recorte de fondos, y se llegó al límite en los hospitales públicos donde se suspendieron cirugías, el ministro de Defensa, Luis Petri solicitó el ingreso de Argentina a la Organización .del Atlántico Norte (OTAN) como “socio global” después de comprar por de 600 millones de dólares 24 aviones de guerra, que descartó Dinamarca, mientras que el gobierno de Estados Unidos anunció que enviará al gobierno un fondo no reembolsable de 40 millones de dólares, con el objetivo de reforzar la seguridad nacional.
Esto causó reacciones adversas en todos los sectores, pero también es un escándalo lo sucedido en el Senado después que los senadores de todos los bloques acordaron un aumento de su salario, que fue votado a mano alzada en el recinto para “contar con los votos necesarios para hacerlo”, dijo la presidenta de la cámara alta y vicepresidenta, Victoria Villarruel, quien hace días propuso lo mismo.
“Como presidente del Senado no soy senadora, no cobro del Senado y no puedo interferir en esas decisiones. Tampoco puedo obligar a que se vote nominalmente ni a que se justifique la decisión avalada por todos, porque no soy senadora”, dijo Villarruel.
Es un acto incomprensible cuando el gobierno continúa sin enviar el fondo más de cuatro mil comedores escolares y ya hay registro de seis muertes por no recibir los medicamentos, que estaban a cargo del Ejecutivo por la imposibilidad de comprarlos. No hay ninguna respuesta ante la emergencia humanitaria que vive un país que produce alimentos para 400 millones de personas, donde la mayoría de la población está sin trabajo y sin ningún recurso ni contención social alguna.
Es en este terreno de agregar fuego a la hoguera cada día, la embajada de Estados Unidos destacó la medida de enviar 40 millones de dólares no rembolsables al gobierno, y sostuvo que “el financiamiento militar extranjero es un subsidio de asistencia en seguridad reservado para socios importantes”.
También destacó que permite que Argentina compre “artículos de defensa, entrenamiento y servicios de Estados Unidos, a través de fondos de asistencia gratuita, y mejore la interoperabilidad con las fuerzas estadunidenses”. Se mencionó que “el subsidio” ayudará a la “modernización militar de este país, contribuyendo a la compra de los 24 de aviones de guerra F-16 a Dinamarca, lo que permitirá a Argentina “defender más efectivamente su territorio y cooperar con socios regionales para mantener la paz y la estabilidad en América”.
Por su parte, el ultraderechista presidente, Javier Milei, ha sido preciso al ratificar que la política exterior de su gobierno es de “alineamiento total con Occidente” en particular en la relación con la potencia norteamericana. Pero, aunque no lo diga, en primer lugar está Israel, a donde ahora quiere mandar ayuda humanitaria como si la necesitara e incluso tropas.
Fueron Israel y Estados Unidos los que financiaron su campaña presidencial abiertamente y compraron la cadena mediática para “vender” un candidato, cuyo desequilibrio y absoluta falta de sensibilidad era lo indicado para hacer lo que está haciendo.
Se le reclama a Milei “por destruir un país”, con posibilidades de lograr una fractura territorial, como perder la Patagonia y de exterminar población por otras vías que las militares, como se denuncia en las últimas horas.
Se conoció que el vicecanciller ruso, Serguei Riabkov, se pronunció acerca del anuncio de que Argentina solicitó su ingreso a la OTAN, advirtendo que esta medida no otorgará una seguridad adicional a ninguna de las partes “pero las formas adicionales de subordinar a Estados soberanos a su influencia, de dictarles sus prácticas, métodos y enfoques, sin duda se ampliarán para Estados Unidos, que es el hegemónico dentro de la OTAN e indiscutiblemente gobierna en ella".
En el sur, el gobernador de Tierra del Fuego, Gustavo Melella, repudió que en un stand británico en la feria “WTM Latin America”, realizada en la ciudad en Sao Paulo, Brasil, se hayan ofrecido viajes de turismo a las Islas Malvinas ocupadas colonialmente por Gran Bretaña desde 1833, lo que es considerado como una provocación que añade fuego a la hoguera.
En tanto el panorama es desolador: “aulas a oscuras, ascensores fuera de servicio, turnos y consultas que se suspenden y falta de insumos. Los hospitales que dependen de la Universidad de Buenos Aires (UBA) se encuentran bajo el asedio de la motosierra que aplica el presidente Javier Milei. El ahogo presupuestario alcanza a áreas clave y en algunos casos funcionan al 30 por ciento de su capacidad. Este jueves hubo una masiva movilización frente al Clínicas y protestas en el Roffo, un centro oncológico de referencia a nivel regional”, señala Página/12.
Los trabajadores advierten que están al límite de sus posibilidades, que explotaron las agendas de pacientes nuevos y que, con un tarifazo en el horizonte, prevén que la situación empreorará. Las movilizaciones no cesan y la desesperación ante el abandono del gobierno a más del 60 por ciento de la población que sigue aumentando las cifras de la pobreza y la indigencia.