El progreso de México, responsabilidad compartida) en Acapulco, Guerrero, y sus trabajos se extenderán hasta el próximo viernes. Como es tradicional, estará presente la crema y nata del sistema financiero que opera en el país y, por ser año electoral, participarán los tres candidatos a la Presidencia de la República. Desde luego, asistirá el primer mandatario.
Esta convención será la última a la que, como Presidente de la República, acuda Andrés Manuel López Obrador, y los barones del dinero están obligados a ovacionar al mandatario, no porque lo quieran mucho –de hecho, no lo quieren nada–, sino por las históricas utilidades netas que acumularon a lo largo de su sexenio, con todo y pandemia, y, también, por no tocar un pelo a su jugoso negocio, que raya en agiotaje.
Esto último viene a cuento porque cuando Vicente Fox asistió a la última convención bancaria de su sexenio, en marzo de 2006, los banqueros estaban eufóricos por varias razones, todas de muchos pesos: primero, el de las ideas cortas y la lengua larga les saldó, de un plumazo, los llamados pagarés Fobaproa (parte del atraco por el rescate
bancario ordenado por Ernesto Zedillo), es decir, alrededor de 240 mil millones de pesos, amén de que declararon enterrado
el tema del salvamento
; segundo, porque el secretario de Hacienda de El Cambio, Francisco Gil Díaz, provenía de la sagrada famiglia financiera; era empleado de los barones, conocía muy bien sus intereses (no los del país) y los protegió a la perfección; tercero, tanto Fox como Gil permitieron multimillonarias operaciones de compraventa y extranjerización (por ejemplo Banamex-Citibank y BBVA-Bancomer) sin que la parte vendedora pagara un centavo de impuestos, y cuarto, en esos seis años acumularon alrededor de 250 mil millones de pesos en utilidades netas.
En aquella ocasión en este espacio se comentó lo siguiente: “Algunas crónicas periodísticas dieron cuenta del profundo cariño y reconocimiento que los banqueros le tienen a Francisco Gil Díaz. En la 69 convención gremial en Acapulco –narran– lo ovacionaron de pie durante un minuto con 26 segundos
. No podía ser de otra manera, porque cada uno de los 86 segundos que los generosos barones del dinero destinaron para aclamar a su secretario de Hacienda lo valúan en más de 2 mil 900 millones de pesos, de tal suerte que la ovación completa dio cuenta de los 250 mil millones que los bancos que operan en el país han acumulado en utilidades netas a lo largo del ‘cambio’”.
Algo más: “Gil Díaz se despidió de los banqueros (‘emocionado casi hasta las lágrimas’, de acuerdo con las citadas crónicas) como secretario de Hacienda (…), lo que no necesariamente implica que la estrecha relación existente entre ellos se desvanezca. Por el contrario, los barones del dinero –al estilo del empleado del mes, aunque en este caso del sexenio– consideran seriamente incorporarlo de manera oficial a sus filas, para evitar eso de los dimes y diretes, y hasta pagarle unas vacaciones en la playa”.
Sirva lo anterior de contexto, porque si en 2006 los banqueros ovacionaron a Gil Díaz a lo largo de 86 segundos por utilidades netas cercanas a 250 mil millones de pesos, entonces ¿de qué tamaño debe ser la fiesta cuando despidan a López Obrador, toda vez que en cinco años de gobierno (2019-2023; falta por contabilizar las ganancias de 2024) los barones acumularon utilidades netas (limpias de polvo y paja) cercanas a un billón de pesos, es decir, cuatro veces más que en tiempos de Fox y Gil Díaz?
Así es: en ese periodo, las ganancias de los barones del dinero (cuando menos las oficialmente reconocidas) rompieron récord con todo y pandemia, y falta por sumar las que obtengan en 2024. Entonces, si son congruentes y repiten el numerito de marzo de 2006, ahora los banqueros evaluarán cada segundo de ovación en 11 mil 628 millones de pesos. De ese tamaño la fiesta.
Las rebanadas del pastel
Tarde que temprano le explotará la bomba en la cara a Norma Piña: Arturo Zaldívar anuncia que, junto con Morena y el equipo de campaña de Claudia Sheinbaum, presentará una denuncia de juicio político, y algunas más, en contra de la presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, y lo hará ante esa misma instancia, el Consejo de la Judicatura Federal, la Fiscalía General de la República, el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales y el Instituto Nacional Electoral.
X: @cafevega