Londres. Estados Unidos ofreció las garantías solicitadas por el Tribunal Superior de Londres para allanar el camino a la extradición desde Gran Bretaña del fundador de WikiLeaks, Julian Assange.
El Tribunal Supremo dictaminó en marzo que, sin ciertas garantías de Estados Unidos, Assange, de 52 años, podría presentar un nuevo recurso contra su extradición para enfrentarse a 18 cargos, todos menos uno en virtud de la Ley de Espionaje, por la publicación por parte de WikiLeaks de archivos militares y cables diplomáticos confidenciales de Washington.
El equipo de campaña que lucha contra la extradición confirmó que ya se han presentado las garantías -que en un juicio en Estados Unidos podría ampararse en el derecho a la libertad de expresión recogido en la Primera Enmienda y que no había perspectivas de que se presentaran nuevos cargos que pudieran suponer la imposición de la pena de muerte- dentro del plazo que expiró el martes.
El documento, visto por Reuters, afirma que Assange podría confiar en las protecciones de la Primera Enmienda y dice que “no se solicitará ni impondrá una sentencia de muerte”.
“Estas garantías son vinculantes para todos y cada uno de los individuos presentes o posteriores en quienes se haya delegado autoridad para decidir los asuntos”, sostiene.
La audiencia se celebrará el 20 de mayo. Sus abogados ya han dicho que las garantías dadas por Estados Unidos en casos anteriores “no valen ni el papel en el que están escritas”, en críticas similares a las emitidas por grupos de derechos humanos como Amnistía Internacional.
La esposa de Assange, Stella, con quien se casó mientras estaba en prisión en Londres, dijo en un comunicado que las garantías de Estados Unidos no satisfacían sus preocupaciones, describiéndolas como “descaradas palabras de comadreja”.
“Estados Unidos emitió una no garantía en relación con la Primera Enmienda, y una garantía estándar en relación con la pena de muerte”, afirmó.
“La nota diplomática no hace nada para aliviar la extrema angustia de nuestra familia sobre su futuro: su sombría expectativa de pasar el resto de su vida aislado en una prisión estadounidense por publicar periodismo premiado”.
No hubo comentarios inmediatos del Departamento de Justicia de Estados Unidos ni de un portavoz del tribunal.
¿Atisbo de esperanza?
La semana pasada, el presidente estadounidense, Joe Biden, dijo que estaba considerando una solicitud de Australia para retirar el procesamiento, lo que el abogado de Assange en el país norteamericano describió como “alentador”.
No estaba claro qué influencia, si la hubiera, podría ejercer Biden en un caso penal, pero el Wall Street Journal también informó que se están llevando a cabo discusiones sobre un posible acuerdo de negociación de culpabilidad.
Assange ha pasado más de 13 años en diversas batallas legales en los tribunales ingleses desde que fue arrestado por primera vez en noviembre de 2010.
Para sus muchos seguidores, es un héroe antisistema que está siendo perseguido por exponer las irregularidades de Estados Unidos y detalles de presuntos crímenes de guerra en archivos secretos y clasificados.
Las autoridades estadounidenses argumentan que no está siendo procesado por la publicación de los materiales filtrados, sino por el acto criminal de conspirar con la exanalista de inteligencia del ejército estadounidense Chelsea Manning para obtenerlos ilegalmente.
“La administración Biden debe abandonar este peligroso procesamiento antes de que sea demasiado tarde”, dijo Stella Assange.