Con la economía a pleno empleo, el consumo en sus máximos niveles históricos y con la disciplina fiscal que ha demostrado México en los últimos años, el país tendrá viento a favor este 2024, afirma Felipe García Ascencio, director general de Santander México.

En entrevista antes de la 87 Convención Bancaria, que se realizará en Acapulco, Guerrero, el 18 y 19 de abril, el directivo de uno de los bancos de mayor presencia en el país considera que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha sido bastante favorable y muestra de ello es el optimismo de los inversionistas extranjeros por venir.

Mantener la prudencia fiscal, la monetaria y la de endeudamiento será elemental para la siguiente administración, plantea, y considera que hacer más inversiones en infraestructura, salud y seguridad detonaría una mayor llegada de capital extranjero.

–¿Cómo pinta 2024 para la banca, la economía y el país en general?

–Las cosas las vemos bastante optimistas; pensamos que la economía va a crecer alrededor de 2.4 por ciento este año, que es un número bastante sólido. La banca va a seguir creciendo la cartera de crédito.

“Seguimos teniendo muy buenos indicadores en las métricas de riesgo; seguimos viendo casi 100 por ciento de la población económicamente activa contratada, incrementos en los salarios y en el nivel de empleo. Vemos mucha demanda externa y ganas de invertir.

La verdad que las cosas se ven bastante bien. Hay un estímulo fiscal en la primera mitad del año que ayuda, y la economía de Estados Unidos está mejor de lo esperado. Todo mundo decía que 2024 tendría vientos en contra, pero vemos viento a favor.

–Respecto a lo que viene, a unos meses de que concluya el gobierno de López Obrador, ¿qué opina sobre su gestión?

–Ha sido una gestión bastante favorable. La percepción que tienen los inversionistas extranjeros de México es realmente muy positiva; se ha tenido una política monetaria y fiscal muy prudente, y una política de endeudamiento muy prudente, lo cual hace que México se vea muy bien en términos relativos.

“Tuvimos la suerte de que, por factores geopolíticos, el mercado más grande del mundo, Estados Unidos, quiere que le surtan bienes y servicios desde un lugar más cercano a ellos y además con un gobierno con el que tiene una buena relación y eso nos beneficia muchísimo, hace que nos veamos muy bien, al igual que el nearshoring.

En la medida que se mantenga esa prudencia en la política fiscal, monetaria y de endeudamiento, y en la medida en que se invierta en infraestructura y se acompañen las inversiones, vienen años muy buenos para México.

–¿Considera que esta administración quedó algo a deber?

–Siempre quedan cosas por hacer, pero en materia económica el desempeño fue bueno. Lo vemos en el interés que hay por invertir en México. El tipo de cambio está muy fuerte, las tasas empiezan a bajar. Esos son buenos indicadores de que la gente está contenta con México.

–Independientemente de quién gane las elecciones, ¿qué se debe quedar y qué debe mejorar?

–Se debe quedar la prudencia en la política monetaria, fiscal y de endeudamiento, y si se acompaña más el interés de nacionales y extranjeros por invertir en México, con inversiones en infraestructura, en educación, salud y seguridad, esos son temas de los que nos preguntan mucho los inversionistas. Si estos temas fueran por mejor camino, la cantidad de inversión que podría llegar a México sería aún mayor”

–¿Y qué camino se debe tomar?

–Invertir en energía, agua, carreteras, salud, educación. Es un compromiso fuerte que tanto el sector público como el privado podemos impulsar. Estamos muy cómodos con México; vamos a seguir prestando a individuos, empresas, gobierno y proyectos. Estamos muy preparados para acompañar el crecimiento.

Pero lo que quiere ver el inversionista extranjero es que se tenga energía, agua, seguridad; esos son los temas que más preocupan.

–Justamente sobre la inseguridad, ¿qué tanto afecta la vida cotidiana o la forma de hacer negocios?

–Es una realidad que hay partes del país donde es un poco más difícil operar, nos lo comentan varios empresarios, pero es un problema que ha aquejado a México por años, por eso es uno de los temas que, si se atiende y si se mejora, si hay una mejor percepción de la seguridad en México, habrá más confianza para invertir.

–¿Entonces México tiene potencial para ser ese paraíso de inversiones del que tanto se ha hablado?

–Pues lo estamos siendo, y lo importante es acompañarlo para asegurarnos de que no sea algo de unos cuantos años, sino que sea duradero.

“Cuando alguien decide invertir en México y poner una planta no está pensando en los siguientes meses o en el siguiente par de años; piensa a largo plazo. Entre más empresas tengamos de largo plazo habrá mejores empleos de mayor calidad técnica, mejor pagados. Todo esto nos ayuda mucho en la economía.

Hubo años en los que veíamos que exportábamos mucho, pero el consumo doméstico no (crecía), pero hoy, al estar cerca del pleno empleo, de crecer el salario, el consumo doméstico es fuerte. Hoy es un motor importante de la economía. No lo teníamos desarrollado y es algo que se ha trabajado bien en este sexenio.