Las mentes más brillantes del mundo
fueron galardonadas con los Premios Breakthrough, llamados Óscares de la ciencia
, en una gala realizada el sábado en el Museo de la Academia del Cine en Los Ángeles, California, a la que asistieron investigadores, estrellas del cine y líderes de la industria tecnológica.
Entre los premiados destaca el científico franco-canadiense Michel Sadelain, quien recibió el Premio Revelación por su investigación sobre la modificación genética de las células inmunitarias para combatir el cáncer.
Su trabajo llevó al desarrollo de una nueva forma de terapia llamada CAR-T, que ha demostrado una eficacia excepcional contra ciertos cánceres de la sangre.
Sadelain compartirá el premio de 3 millones de dólares con el inmunólogo estadunidense Carl June, quien también dirigió una investigación innovadora en ese campo, de forma independiente.
Es un reconocimiento extraordinario
, comentó el franco-canadiense a Afp en la alfombra roja del Museo de los Óscar. “Es un honor aún mayor, porque mis colegas científicos me dijeron durante mucho tiempo que nunca funcionaría.
El mayor placer, sin embargo, es ver a los pacientes que ya no tenían ninguna oportunidad y que nos lo agradecen porque están vivos gracias a las células T receptoras de antígeno quimérico (CAR-T)
, agregó.
Sadelain es ingeniero en genética; estudió medicina en París y luego inmunología en Canadá, antes de emprender una investigación posdoctoral en el Instituto Tecnológico de Massachusetts, en 1989.
Tras instalarse en el Centro Oncológico Memorial Sloan Kettering de Nueva York, desarrolló una forma de utilizar un virus desactivado para reprogramar genéticamente las células T humanas de modo que desarrollaran estructuras en forma de garras, llamadas receptoras de antígenos y pudieran atacar a las cancerígenas de manera específica.
Más allá de reconocer el cáncer, las células CAR-T recibieron instrucciones genéticas para armar un ejército dentro del cuerpo que permitiera eliminar al enemigo.
Actualmente hay disponibles media docena de terapias con células CAR-T aprobadas en Estados Unidos y cientos de ensayos más están en marcha.
El tratamiento ha demostrado ser eficaz contra el linfoma, determinadas leucemias y el mieloma, cáncer de la sangre grave y complejo. Sadelain espera que la investigación permita aplicar este tratamiento a otros cánceres
. Uno de los principales desafíos es reducir el costo del tratamiento, de más de 500 mil dólares.
Los científicos Ellen Sidransk, Thomas Gasser y Andrew Singleton obtuvieron un premio por descubrir las causas genéticas más comunes de la enfermedad de Parkinson.
También destacó la química española Sabine Hadida, originaria de Barcelona, quien fue premiada junto con sus compañeros Paul Negulescu y Fredrick Van Goor por su trabajo, que busca desarrollar medicamentos eficaces para tratar las causas ocultas de la fibrosis quística.
En la categoría de física, John Cardy y Alexander Zamolodchikov fueron reconocidos por sus teorías sobre los fundamentos de la materia, que pueden aplicarse en ámbitos tan diversos como el estudio de los agujeros negros y de la computación cuántica.
Los físicos Hidetoshi Katori y Jun Ye fueron galardonados por crear el dispositivo de cronometraje más preciso en la historia.
En el ámbito de las matemáticas se premió a Simon Brendle, de la Universidad de Columbia, por sus contribuciones en el terreno de la geometría diferencial.
Doce jóvenes investigadores, entre ellos la chilena Laura M. Pérez y la colombiana Paola Pinilla, ganaron seis premios Nuevos Horizontes, dotados de 100 mil dólares cada uno.
El monto total de los premios entregados este año fue de 15.75 millones de dólares, lo que eleva la cantidad conferida en la historia del Breakthrough a 308 millones de dólares.
La ceremonia de premiación reunió a renombrados actores, entre los que destacan Robert Downey Jr, Edward Norton, Da’Vine Joy Randolph y Jessica Chastain.
Los Premios Breakthrough se instauraron en 2010 y reconocen a los investigadores en campos que incluyen ciencias de la vida, física fundamental y matemáticas; se presenta como la respuesta a los Nobel respaldada por Silicon Valley. Entre sus patrocinadores fundadores figuran Sergey Brin, Priscilla Chan y Mark Zuckerberg.